Juan Bautista Samper: “Es admirable la fortaleza del Papa Francisco, sorprende a todos los que le rodean”
- “La labor social de la Iglesia es tan importante o más que la religiosa”
El papa Francisco emprendió hace una semana su viaje más largo: del 2 al 13 de septiembre, 32.814 kilómetros, 44 horas de vuelo y cuatro países: Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur. Una prueba de fuerza a sus casi 88 años y con sus problemas de movilidad que le obligan a usar la silla de ruedas. Aunque Francisco había confesado que cada vez viajaría menos, está ahora realizando el periplo internacional más duro de su pontificado, aunque no el más largo de la historia de los papas, récord que ostenta el viaje de 13 días de Juan Pablo II en 1986 a Bangladesh, Singapur, Fiyi, Nueva Zelanda y Australia con 48.974 km recorridos.
Un viaje que había sido preparado para 2020 pero que la pandemia postergó y que nadie se esperaba retomase, después de un invierno en el que ha sufrido una importante bronquitis y el viaje anulado por la gripe a Dubái para participar en la cumbre del clima El portavoz vaticano aseguró a los medios que, sobre la salud del pontífice argentino, no hay precauciones adicionales porque se consideran suficientes las que ya existen para cada viaje apostólico, que consisten en la presencia de un médico, un sanitario, además de su enfermero de confianza y su nuevo ayudante personal, que trabajó también en el ambulatorio vaticano.
Está siendo el tercer papa que visita Indonesia, después de Pablo VI en 1970 y Juan Pablo II en 1989, el país con mayor número de musulmanes y donde relanzará el diálogo con el islam y afrontará los problemas del cambio climático visibles en esta zona del Pacífico. Indonesia es el país de mayoría musulmana más poblado del mundo, y aunque los católicos son una minoría, solo el 2,9%, con 8 millones, son la segunda población cristiana más grande del sudeste asiático, después de Filipinas, y la tercera de Asía tras Filipinas y China.