Juan Abril, Ginés Cañavate y Mabel Torrescusa: “El interés por las Jornadas Gastronómicas que hacemos en Altea nos sorprende a todos”.

No hace todavía año y medio, un importante grupo de inquietos empresarios de Altea, que llevaban demasiado tiempo dándose cuenta del progresivo declive de algunas cuestiones y no les apetecía continuar por ese sendero, decidieron emprender un nuevo rumbo y dieron vida a la nueva Asociación de Hosteleros y Empresarios de Altea. De entrada, resultaba curioso observar el orden de las letras, priorizando la palabra hosteleros por encima de la de empresarios, porque si bien es cierto que todos son lo segundo, ante todo son lo primero. Y cuando el tema a tratar es el futuro de Altea, toca retroceder un poco en el tiempo y reclasificar las situaciones en su justo término. La Villa Blanca es, ante todo, una ciudad turística. No sólo por que esté enclavada en la Marina Baja, tenga una preciosa estampa de cara al mar, con un paseo marítimo que es la envidia de la comarca y un casco histórico que la sitúa como uno de los pueblos más bonitos de España, sino sobre todo porque de esa industria viven la mayoría de sus vecinos, que con el devenir de las décadas y al igual que el resto de municipios que la rodean, profesiones como la pesca y la agricultura han ido cediendo el testigo al sector turístico, una industria mucho más transversal.

La hostelería, los alojamientos, el comercio… todo forma parte del turismo. Sin una buena organización de todas esas áreas difícilmente puede funcionar el conjunto. Pero ante todo, y después de ser un destino limpio y seguro, la gente lo que busca es comer bien, alojarse bien y poder pasear para conocer la oferta complementaria. Altea siempre tuvo en la gastronomía y la cultura, su joya de la corona. Estos empresarios hace años que se vienen dando cuenta de que, por un lado esto se estaba dejando caer, y por otro, sus vecinos se estaban poniendo las pilas.

Juan Abril, restaurador con más de 40 años en su hoja de servicio, decidió dar un paso al frente, justo en el momento de su vida en el que menos falta le hace, pero demostrando su predisposición a colaborar en beneficio del colectivo, y junto a un pequeño grupo de empresarios, decidieron poner en marcha AHEA. Hoy, año y medio después, es ya un colectivo consolidado y respetado en Altea y en el resto de la comarca. De ahí a la organización de una serie de eventos gastronómicos, nada menos que siete para el año en curso, un paso. Un paso importante que ahora toca apoyar y consolidar.

6 eventos: Jornadas de los Arroces Alteanos (abril), La Ruta de la Tapa (mayo), Ruta de los Desayunos y Almuerzos (junio), Cuina Marinera (septiembre), Cocina Internacional (octubre) y Altea Burguer Gourmet (noviembre).