El primer cohete privado español se lanzará al espacio entre abril y mayo desde Huelva

El primer cohete privado español, Miura 1, desarrollado íntegramente por la empresa alicantina PLD Space, será lanzado al espacio entre los meses de abril y mayo desde el Centro de Experimentación de Vehículos Aeroespaciales y de Investigaciones Atmosféricas de El Arenosillo (Cedea) del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) de Mazagón, en Huelva.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto con la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, recorrieron este sábado estas instalaciones para conocer de primera mano el trabajo llevado a cabo por los científicos, así como el propio cohete Miura 1.

Durante la presentación del primer cohete privado de Europa, los fundadores de PLD Space, Raúl Torres y Raúl Verdú, junto al presidente ejecutivo, Ezequiel Sánchez, avanzaron los planes de la compañía para los próximos meses en un evento que reunió también a la secretaria general de Innovación, Teresa Riesgo; el comisionado para el Perte Aeroespacial, Miguel Belló, o el director general del INTA, el teniente general Julio Ayuso Miguel.

En su intervención, Ezequiel Sánchez destacó que "Europa está en una encrucijada espacial. Las opciones de acceso al espacio por parte de lanzadores europeos para 2023 son muy limitadas, entre cero y dos lanzamientos, algo totalmente insólito para Europa y para este sector".

Cuestión de inversión

El problema es que, "aunque el hombre llegó hace 50 años al espacio, aún sigue siendo un reto cambiante y complejo de mantener". Según Ezequiel Sánchez, "evitar un invierno espacial europeo es una cuestión de inversión". De hecho, la transformación de los fabricantes de los satélites ha obligado a reducir la estructura de costes de los lanzadores y ha revolucionado la manera de trabajar en el sector.

Los cofundadores de PLD Space asumieron esas dificultades y empezaron a trabajar en un proyecto que, 12 años después, está cerca de proporcionar una capacidad estratégica nueva para España.

Foto de familia tomada este sábado en Huelva.EFE

Con la presentación pública de Miura 1 en Huelva, arranca uno de los hitos más destacados para PLD Space: la campaña de demostración de vuelo del cohete suborbital. El siguiente paso tendrá lugar en el hangar de la compañía en El Arenosillo, donde se llevarán a cabo los trabajos de mantenimiento y preparación para el lanzamiento, que incluyen desde pruebas de presión hasta carga de propelentes. Cuando terminen estas tareas, se procederá al montaje en la rampa y a su traslado a la base de lanzamiento en Médano del Loro.

Ya en la plataforma desde la que volará Miura 1, se efectuará una serie de ensayos rigurosos que certificará que el cohete está listo para el vuelo. Uno de los más críticos será el Wet Dress Rehearsal (prueba de carga completa de propelentes), que incluye todos los pasos del lanzamiento previos al encendido del motor.

Ensayos hasta el lanzamiento

Posteriormente, se realizará el ensayo definitivo: el hot test (prueba estática de fuego), en el que se encenderá el motor del cohete durante cinco segundos y servirá para dar luz verde al lanzamiento. En este momento, INTA y PLD Space formalizarán la revisión formal de vuelo o Flight Readiness Review, (FRR), que oficializará la preparación de lanzador Miura 1 para su primer lanzamiento.

Así, la empresa comenzará todas las revisiones finales, comprobaciones técnicas finales y simulaciones para ese gran hito.

Entre abril y mayo, PLD Space dispone de distintas ventanas de lanzamiento del Miura 1 concedidas por el Ministerio de Defensa de España. Además de la seguridad de la zona, el lanzamiento está sujeto a la disponibilidad del propio cohete y a las condiciones meteorológicas, ya que se requiere de una velocidad del viento en superficie inferior a los 20 kilómetros por hora, una atmósfera calmada de vientos en altura y ausencia de potenciales tormentas en las proximidades.

En este sentido, el director del lanzamiento, Raúl Torres, aseguró que "si durante el procedimiento del lanzamiento, que dura unas 10 horas, se detecta un mínimo factor de riesgo, se abortará la operativa de ese día y se iniciará de cero la próxima ventana de vuelo. Siempre vamos a preferir retrasar el vuelo a acabar con un cohete despiezado".