El "plan ejecutivo" de Feijóo para sus primeros 100 días de Gobierno: recuperar la sedición, un nuevo CIS y reforma del Poder Judicial

La convocatoria de elecciones le ha permitido a Alberto Núñez Feijóo mandar el mensaje de que ya está listo para gobernar. Pero si algo ha aprendido el PP de las últimas citas con las urnas es que con una declaración de intenciones no basta. «No llegaremos sin plan», proclaman ahora en Génova. Por eso el presidente del PP le ha encargado al economista Pablo Vázquez un documento «ejecutivo» para los primeros 100 días de Gobierno. Ese texto -que se redacta en paralelo al programa electoral que capitanea Cuca Gamarra- sintetizará los compromisos ineludibles de Feijóo para el 2023, en caso de que el PP no sólo gane las elecciones, sino que, además, pueda sumar la mayoría de los apoyos parlamentarios en una investidura.

Entre esos compromisos para los 100 primeros días estarán la recuperación del delito de sedición, un plan para «despolitizar» los principales organismos públicos (el CIS, el CNI, la Fiscalía General del Estado o el INE, entre otros), una auditoría del gasto público, una reforma del Poder Judicial para que los jueces elijan directamente a 12 de los 20 vocales del CGPJ, un plan para impedir que los políticos ocupen cargos judiciales o la recuperación de las penas anteriores para el delito de malversación.

Y, también, una propuesta de «adelgazamiento» de la Administración Central del Estado, no sólo en número de ministerios (hasta un máximo de 15), sino, también, de las empresas públicas adscritas a ellos. «Hay que hacer un análisis de cuáles se mantienen y cuáles no», explican en la cúpula del PP, donde quieren recortar a la vez impuestos y «grasa» burocrática.

El encargado de elaborar este documento, Pablo Vázquez -ex presidente de Renfe-, es el director de la nueva fundación del PP, Reformismo21. En las propuestas le ayudan perfiles económicos del think tank como la ex ministra de Empleo Fátima Báñez, el ex ministro de Economía Román Escolano, o el que fuera asesor del FMI José María Abad, según ha sabido este diario de fuentes conocedoras del plan de los populares.

Y, sobre todo, Luis Garicano. De hecho, éste será el primer encargo oficial del ex dirigente de Ciudadanos, que fichó por la fundación del PP en plena campaña del 28-M y que ahora volverá a trabajar codo con codo con Vázquez, tras coincidir al frente de la Fundación de Estudios y Análisis (Fedea). Su fichaje era uno de los grandes objetivos de Feijóo, que ha logrado así situar en su órbita al gurú económico de los naranjas justo en un momento en el que esa marca se zambulle en la irrelevancia definitiva.

Además de los principales alfiles económicos de Reformismo21, hay otros «activos no revelados» que están ayudando en la elaboración de este «proyecto ejecutivo» de 100 días, según las mismas fuentes. En esa nómina de anónimos «ajenos al partido» hay diplomáticos, consultores, ex dirigentes del ala moderada del socialismo, miembros de los principales sindicatos y empresarios que están «vinculando sus ideas, pero no su nombre» al PP, siempre según las mismas fuentes. Son personas de relevancia que «no pueden estar en la fundación por compromisos profesionales o por motivaciones políticas, pero que sí aportan propuestas», apuntan en la dirección de Génova.