Calpe Despierta denuncia al gobierno local por permitir a una empresa construir en suelo público y beneficiarse con 3 millones

El complicado urbanismo de Calp va a tener una nueva cita con los tribunales. La agrupación Calpe Despierta (CADE), presidida por Pere Cabrera, ha presentado una demanda contencioso-administrativo contra una operación urbanística en la calle Teulada, ubicada muy cerca del litoral de Calp, porque a su juicio va a permitir una construcción privada en un terreno de dominio público y un beneficio para la mercantil allí involucrada que superará los 3,2 millones de euros.

CADE relata que la operación se fraguó durante la pasada legislatura, cuando el alcalde era el popular César Sánchez (que ahora vuelve a ser el candidato de ese partido), y se ha acabado de concretar en este mandato, en el ejecutivo compartido por el PP y Ciudadanos. 

Antecedentes: una parcela «de todos los calpinos»

En la demanda, la formación liderada por Cabrera subraya que a partir del Plan General de Calp de 1998 y de la parcelación del PP-2 resultó un terreno de 5.900 metros cuadrados que de acuerdo a esas normas urbanísticas es de dominio público, «es decir propiedad de los ciudadanos de Calp». En concreto y según ese planeamiento, su destino debía ser el de Equipamiento Deportivo-Recreativo y Educativo-Cultural y/o sanitario ( EDR-EEC). 

El problema es que se trata de una parcela de titularidad privada. En su día el propietario fue el Banco Santander, que como es lógico y al ser el titular de esos terrenos exigió al Ayuntamiento de Calp que, o bien le otorgara licencia para construir o que le pagara la correspondiente indemnización. Como se trataba de una parcela de dominio público y calificada como no construible, el consistorio, «con el fin de ahorrarse la indemnización optó por aplicar cambios en el régimen jurídico del suelo y así emitió una serie de informes previos para justificar esas modificaciones». 

Calpe Despierta asegura que esos informes debían haber sido emitidos por organismos independientes y que además la actuación debía contar con una consulta de la Conselleria de Territorio «como paso previo a la rectificación del suelo». Pero el asunto, según esa agrupación, se fraguó de una forma bien diferente: «En primer lugar el ayuntamiento ha procedido a autoemitirse esos informes y en segundo a hacer un uso fraudulento de la información ante la conselleria». 

Esto último es así según CADE porque en la consulta previa preceptiva que el consistorio le elevó al departamento autonómico «se ha encubierto la finalidad real de la operación, que es la de poder usar un espacio calificado como público para construcción privada, planteando en cambio una consulta de contenido diferente». 

Ahora bien, la demanda de la formación de Cabrera aún va más lejos: acusa también al ayuntamiento de «manipular una serie de cifras de tal suerte que al final la mercantil que va a realizar esa operación no sólo se va a lucrar pudiendo construir una edificación privada sino que de esa manipulación de datos estimamos que el beneficio de la empresa en todo este proceso es de 3.239.739,36 euros». 

«Ahí debería haber jardines o juegos para niños»

La parcela grafiada según documentación del ayuntamiento de abril de 2019.

Calpe Despierta relata que «es César Sánchez, alcalde del PP, el que está al frente del ayuntamiento cuando se gestiona esta actuación opaca, nada transparente y por supuesto constitutiva de una mala gestión administrativa de los bienes de dominio público dotacional». 

En este sentido, insiste en que todo este proceso demuestra la eterna presión urbanística sobre el litoral calpino: «La zona afectada ya de por sí presenta una gran tensión urbanística y precisamente por ese motivo la parcelación del PP 2 establecía que los propietarios, al urbanizase este suelo próximo a las playas y con unas vistas al mar preciosas, debían contar con unos servicios dotacionales de uso y disfrute de los ciudadanos de todo el municipio como pueden ser parques, jardines, espacios verdes con mobiliario para la infancia o personas jubiladas, servicios sanitarios, centros de información o recepción, bibliotecas…». 

Pero en la calle Teulada y según las previsiones del consistorio apenas va a pasar nada de eso. Calpe Despierta agrega que «en cambio el Ayuntamiento de Calp inicia una modificación de la calificación urbanística de dichos terrenos para no tener que compensar a la mercantil, de tal manera que ella misma se arregla sus propios informes medioambientales y realiza la consulta a la conselleria con un contenido distinto al de su pretensión real». 

En cuanto a la «manipulación» de los datos la demanda de CADE asegura que el consistorio «se saca esas cifras de la manga y parte de una superficie de 12.804 metros cuadrados que multiplica por un dato inventado para que los números vayan cuadrándole y finalmente, y tras un circo absurdo e imaginario, al ayuntamiento le queden tan sólo 1.500 de los 5.900 metros cuadrados originales que eran de domino público según la parcelación del PP-2. 

Por el contrario, según Calpe Despierta, la mercantil actual, Land Company 2020 S.L. «obtiene según el estudio que hemos realizado ese enriquecimiento indebido de más de 3,2 millones de euros y la licencia para construir en los metros restantes una edificación privada». 

«Suelo público que se queda una mercantil»

Para la formación de Cabrera, la conclusión final es evidente: «Se reducen drásticamente los metros cuadrados de superficie pública, con la consecuente pérdida para la ciudadanía de Calp, y el suelo público sustraído  se entrega a una mercantil a través de una recalificación fraudulenta, que le permite  enriquecerse a título privado a costa de la propiedad pública; y de paso, el ayuntamiento no indemniza a la mercantil. Todos ganan, menos el ciudadano».

CADE concluye con ese mismo espíritu crítico: «Con este tipo de actuaciones por quienes han de velar por los intereses y la calidad de vida de los ciudadanos, se observa que estos políticos gobiernan para los ricos y la grandes corporaciones, por eso los ricos cada vez tienen más y el pueblo cada vez tiene menos. La gente, cansada de esta dinámica, termina sacando la conclusión de “ qué sucia es la política y los políticos”». 

Ahora bien, esta formación matiza que «no caigamos en la tentación de generalizar, porque es evidente que estas actuaciones no son la política verdadera, ni todos los políticos somos personas que hacemos lo mismo. Parece que desde que se inició la democracia actual en España no hemos conocido otra cosa que este tipo de maniobras por parte de los políticos, y la gente concluye con resignación que nada cambia, que todo sigue igual….el poco margen de cambios que ofrece nuestra democracia sólo se puede realizar en las elecciones municipales», concluye Calpe Despierta.