Vuelve a los ruedos la magia del torero de Benidorm José Carlos Venegas

Vuelve por fin a los ruedos. Son cientos de aficionados al arte del toreo los que deseaban escuchar por boca del maestro José Carlos Venegas su vuelta a la arena y al espectáculo que supone enfrentarse a la muerte mirando de frente y a los ojos a esos astados que en pocas plazas de España se pueden disfrutar.

José Carlos Venegas, jienense de 36 años oriundo de Beas de Segura, aunque criado en Benidorm, nos recordó hace una semana que se cumplían 14 años desde que aquel 7 de agosto de 2.010 tomaba la alternativa en la plaza de toros de Alicante apadrinado por Curro Díaz y teniendo de testigo a César Jiménez. Desde entonces ha tenido temporadas en las que ha llegado a cortar 38 orejas y 5 rabos, y otras en las que era suficiente tener que conformarse con seguir entrenando en su majestuosa finca Moragón de Mancha Real.

El próximo 15 de agosto volverá a vestirse de luces en Cenicientos, una plaza que le adora y en la que realizará su quinto paseíllo. Estará acompañado por Serafín Marín y Jairo Miguel en el cartel, esperando poder volver a demostrar todo el arte y el estilo que lleva dentro con el fin de que la suerte vuelva a ponerse de su lado y su nombre vuelva a sonar tanto a nivel nacional como internacional. Cenicientos es plaza donde suelen producirse estos milagros, no en vano son muchos los matadores que después se han visto compensados con muchos otros carteles.

Dos días después, el sábado 17 de agosto, repetirá faena en la legendaria plaza de Baeza, tierra Patrimonio de la Humanidad y plaza donde se curten los guardias civiles que después nos hacen sentirnos orgullosos del cuerpo, y en la que José Carlos se estrena, a pesar de la cercanía con su diaria faena. Allí, junto a Javier Cortés y Joaquín Galdós, volverá Vengas a probar suerte, y ahí es donde espera contar con esos cientos de aficionados que tantas veces le preguntan, no sin cierto asombro, como es posible que no esté en muchas más ferias, tardes y carteles. Entender el mundo del toro es como querer darles explicación a tantas otras cosas que no la tienen. Pasa con los deportistas, con los escritores…. ¿porqué no iba a pasar con los toreros?

Un elegido grupo de amigos fuimos los elegidos para disfrutar de un escenario y un momento en el que pudimos verle entrenar hace unos días. El arte del maestro se desbordó por los poros de su piel. La cercanía de sendas corridas le permitió lucirse con ambos capotes y emular la entrada a matar y durante un buen rato se batió sin parapetos, parches o engaños con un morlaco de más de 500 kilos, ante la apasionada y temerosa mirada de quienes tuvimos la suerte de contemplarlo con la respiración contenida y el corazón en un puño.