Un caramelo envenenado amenaza con cambiarlo todo con el aceite de oliva

Comienzan a dar la voz de alerta sobre lo que podría ocurrir en el futuro si se confirma una tendencia muy al alza. Una cuestión que podría cambiar por completo paisajes españoles por excelencia. Tiene que ver con el producto que se ha ganado a pulso -y a base de falta de lluvias y una inflación desbocada- el sobrenombre de 'oro líquido', el aceite de oliva. Más bien con su cultivo y cómo se dispone, es decir, el de los olivares.

Según recoge el portal Xataka en una publicación, ha empezado a surgir preocupación entre expertos e integrantes del sector a razón de lo que se conoce como cultivos de olivares superintensivos y que ven en ellos un 'caramelo envenenado' de cara al futuro.

La clave: la espaldera

Así, según la mencionada información, la llave del olivo en superintensivo en España pasaba por la espaldera, una técnica de cultivo consistente en plantar los olivos a menos de dos metros de distancia, para tratar de llegar a una densidad de cercana a los dos mil o 2.500 ejemplares en cada hectárea. Este tipo de práctica supone reducir costes de recolección, tanto en el tiempo como en el gasto de combustible para maquinaria y una eventual mecanización si se carecía de ella, pero también en otras fases del campaña -tratamientos fitosanitarios, etc-.

Sin embargo, hay desconfianza en esta apuesta frente a los modelos tradicionales puesto que esta acarrea la "dificultad que supone mantener un vigor constante en todos los árboles de la plantación", al tiempo que el crecimiento en esas dimensiones "implica falta de iluminación en los árboles que lleva asociada una caída en el rendimiento" o también "dificultan el paso de la cosechadora".

En dicha publicación también se alude a una información del diario ABC que recoge que hubo rumores sobre que empresarios chinos estaban detrás de un proyecto de estas características en Utrera. Estos estarían llevándose también al gigante asiático los ejemplares de olivos que van creciendo.