Toni Pérez: “Benidorm tiene 30.000 personas censadas en edad de trabajar y genera 60.000 puestos de trabajo”.

  • “Cuesta entender la deriva podemita y de fango absoluto del PSOE local”

Hoy, 28 de mayo, cumplimos un año desde que se celebraron las últimas elecciones municipales y el Partido Popular se alzó con la mayoría más holgada que se ha visto nunca en Benidorm. Depende a quien le preguntemos, el tiempo habrá pasado más o menos deprisa. En cualquier caso, y a pesar de que sólo son 12 meses, en algunos aspectos las cosas han cambiado mucho.

Tenemos con nosotros a la persona que ganó aquellas elecciones en Benidorm, revalidó su acta de concejal y continúa hoy como Alcalde de la principal ciudad turística de España. Quizás nos referíamos a su trayectoria en estos últimos 365 días cuando hablábamos de cambios. Es obvio que después de casi tres décadas en política y 9 años como máxima autoridad local, Toni Pérez estaba más que preparado para aspirar a nuevas responsabilidades. Es lo que tuvieron claro en su partido nombrándole candidato a presidir la Diputación de Alicante, cargo en el que está desde entonces, recorriendo la provincia de Alicante, sobre todo, pero también el resto de España, emulando claramente al famoso baúl de la Piquer.

Son bastante cosas las que en un año han variado. Para ser sinceros y siendo capaces de discernir con seriedad, es justo reconocer que en la materia que más nos importa a la mayoría y nos da de comer a todos, los que lo reconocen y los que no, el Turismo, los datos no pueden ser más favorables. Dicho esto, hay vientos que soplan de frente y que empiezan a preocupar mucho. Hablamos de la famosa Ley de Vivienda aprobada hace un año por el mismo gobierno de España que, como en tantas ocasiones en estos últimos seis años, ha producido el efecto contrario al previsto… o no, según quien redactara aquel infame documento y en que nocivos efectos estuviera pensando. Viniendo de quien viene, es muy posible que ya hubieran previsto lo que iba a suceder.

La realidad es que esa Ley ha puesto en alarma a cientos de miles de propietarios en España por su falta de seguridad, primando al inquilino que no paga por encima de ellos mismos. El efecto no se ha hecho esperar, muchos caseros ya no quieren alquilar o directamente se han entregado al alquiler turístico, generando con ello una subida de precios de tal magnitud que hace imposible que, también sean miles de familias las que no puedan hacer frente a ese precio. Conclusión, en Benidorm nos enfrentamos a otra temporada en la que se cuentan por miles los trabajadores que le van a faltar al sector del comercio y la hostelería, con los consiguientes efectos negativos que eso conlleva.