Se llevó a casa una roca creyendo que había encontrado oro, pero en realidad era algo infinitamente más valioso

Echando un rápido vistazo a la tabla periódica, lo lógico sería pensar que el oro es el elemento más especial y por tanto, el más cotizado. Sin embargo, hay otras piedras que, debido a su origen y, en cierto grado, su composición, pueden llegar a tener un valor mucho mayor que este elemento escaso. Sí, nos estamos refiriendo a las piedras que caen del cielo. La caída de un meteorito es algo que sucede a diario, pero lo cierto es que poder encontrar estos restos de asteroides no es nada sencillo. Al fin y al cabo, la mayoría terminan en los océanos.

Es cierto que, en ocasiones, han provocado destrozos y alguna que otra herida en personas, tal y como le ocurrió a Ann Hodges hace tan solo unas décadas. Los meteoritos son concentraciones de roca que poseen algunos de los elementos de la tabla periódica. Permiten estudiar el origen del Universo y, por este motivo, son muy cotizados en el ámbito científico.

En el día de hoy queremos mostrarte un caso particular que ha llamado la atención del público por lo increíble que ha sido su hallazgo. David Hole, el propietario de una extraña roca, se hizo con un meteorito que tenía un tamaño muy notable en relación con la mayoría que suelen encontrarse. Llama particularmente la atención su intención de conservarlo al creer que se trataba de oro. Lo descubrió en el Parque Regional de Maryborough, cerca de Melbourne, Australia, hace unos años.

Guarda una roca creyendo que contiene oro y lo cierto es que posee mucho más valor

La ciudad australiana de Maryborough es conocida por haber importantes yacimientos de oro. Al pasar con su detector de metales por un espacio que parecía haber sido removido descubrió cómo el testigo apuntaba a un área en la que había una roca con un volumen muy grande y con unas características que no se parecían a lo que había alrededor. Así es cómo decidió apoderarse de ello y llevárselo a su casa. Más tranquilamente comenzó a estudiar su composición, pero únicamente a nivel estético.

De acuerdo con la investigación sobre este hallazgo, se ha podido comprobar cómo la presencia de una serie de hoyuelos en la superficie fue el primer indicio que determinó que podría tratarse de un extraño meteorito. Esto se produce debido a la acción de la atmósfera en relación con su cuerpo, produciéndose daños a medida que se dirige a la superficie de la Tierra. Es muy posible, por tanto, que las dimensiones de este pedrusco fueran todavía mayores. Este, en particular, tiene un peso de 17 kilogramos.

El hallazgo tuvo lugar en el año 2015 y, desde entonces, se ha analizado la composición de esta unidad debido a sus curiosas características. Cabe precisar que estamos ante la segunda piedra de esta clase más grande hallada en Australia. Posee, principalmente, hierro, pero también toda una serie de minerales metálicos cristalizados. En su conjunto, el análisis de su composición se ha convertido en objeto de deseo en la comunidad científica debido a los múltiples estudios que pueden realizarse sobre su origen.

Los meteoritos brindan la forma más barata de exploración espacial. Nos transportan en el tiempo y brindan pistas sobre la edad, la formación y la química de nuestro Sistema Solar

Al cierre de edición se cree que su estancia en la Tierra podría superar el siglo y, curiosamente, podría provenir del cinturón de asteroides presente entre Marte y Júpiter. Al parecer, una serie de impactos podrían haber desviado la dirección de este conjunto de masa rocosa hasta terminar impactando con la Tierra. Cabe precisar que la unidad registrada más pesada que se ha hallado en el país australiano marcó sobre la báscula la friolera de 55 kilogramos.