Pedro García Cuartango: “Visto lo visto, cualquiera diría que el juicio al procés no existió”

Visto para sentencia. Cuatro meses y cincuenta y una sesiones después,el juicio contra los líderes independentistas afronta la hora de la verdad. O, al menos, así debería ser. Porque el Tribunal Supremo tiene la obligación de establecer la ‘verdad judicial’. Una vez escuchadas todas las partes, los magistrados deben deliberar y escribir su propio relato de los hechos. Deben hacerlo a partir del sentido de justicia, que no es otro que ser fieles a la realidad, con total independencia respecto a los otros poderes del Estado. Con independencia, también, de su propia ideología o creencias personales.

Así daban comienzo las crónicas que hace ahora cinco años se publicaban en todos los medios de comunicación, al finalizar el proceso judicial que sentenció por sedición a los golpistas de octubre de 2.017 en Cataluña. Cinco años después una Amnistía los ha liberado y pedido disculpas a todos. Así de sorprendente.