Matías Romá: “FCC Medio Ambiente de Benidorm, se ha volcado con las poblaciones de Guadasuar y Algemesí”

"¿Cómo podemos ayudar?". Un grupo de "chavales" cargados con palas y escobas pregunta en la calle y, tras la invitación de los vecinos, pasan a vaciar una casa de muebles rotos, barro y escombros. Los voluntarios, en su mayoría jóvenes estudiantes de Valencia y alrededores, aunque también de otras ciudades de España, se han convertido en la principal mano de obra que está intentando devolver a pueblos como Paiporta, Catarroja o Sedaví a la normalidad después la DANA.

 

El final de la labor todavía parece lejano, pero los ánimos no decaen. La improvisación inicial ha ido dando paso a una organización espontánea, pero relativamente armónica o, al menos, eficaz. Sin embargo, los mismos voluntarios reconocen sus límites: "En las calles en las que se acumulan dos metros de escombros o entra una máquina o no es posible. Hoy he estado limpiando una calle en Algemesí y a veces parece hasta inútil. Lo que pueden hacer 15 vecinos, una máquina lo hace mejor", lamentan los vecinos que se han acercado varios días esta semana a ayudar a las localidades afectadas. 

 

Pero, durante los primeros días, su ayuda ha sido la única existente en algunas zonas, especialmente en las calles interiores de los pueblos. Vecinos y voluntarios sacaban los destrozos y luego los agricultores, también altruistas, retiraban los obstáculos amontonados en las calles.

 

"GRÀCIES VOLUNTARIS", se lee en una pancarta en el centro de Paiporta que cuelga de uno de los balcones cercano al barranco y la firman los vecinos de la comarca de L’Horta.