Matías Romá: “A pesar del incremento turístico, la empresa de limpieza está respondiendo a la perfección”

Se entiende por limpieza viaria el conjunto de tratamientos que se efectúan en la vía pública para mantener un estado adecuado de higiene y engloba una gran cantidad de tareas con el objetivo de retirar la suciedad y los residuos de las calles, aceras, paseos, plazas, etc., y de los distintos elementos de mobiliario urbano. Estas actividades se realizan con una frecuencia regular y utilizando los recursos asignados a los distintos ayuntamientos.

Además de la recogida de residuos y el barrido y limpieza de aceras y soportales, se requiere limpieza vial complementaria en ocasión de mercadillos, fiestas y manifestaciones en espacios públicos. Así mismo, se organizan operativos especiales para la remoción de grafitis, la recogida de hojas, la retirada de chicles, el descombre después de las nevadas, el saneamiento de las márgenes de los ríos, etc. 

Los residuos que se recogen en la limpieza viaria son de cantidad y naturaleza muy variable, y dependen directamente del comportamiento de los ciudadanos. Suelen ser residuos domésticos, como restos de embalajes ligeros, papel, vidrio y plástico, pero también pueden encontrarse tierra y partículas de las obras realizadas en la vía pública, tierras transportadas por vientos y lluvias, restos de fauna y flora, partículas sedimentadas procedentes de la atmósfera, partículas procedentes de los gases de tubos de escape de vehículos y un largo etcétera…