La Independencia del Turismo

Leopoldo Bernabeu
¡Y digo yo que porqué no pide la independencia el sector turístico de la provincia de Alicante¡. Al menos y si fuera posible, independizarnos del absurdo diario de tener que depender de una clase política obsoleta, anticuada, analfabeta y desprovista del más mínimo sentido común. Algo así como que nos dejaran en paz.
Voy a explicarme. Resulta que el 86% de todos los contratos que se han realizado en la provincia en el año 2.023 corresponden al sector turístico; el aeropuerto, que ya había batido su récord de llegadas el año pasado, mejora un 18% las cifras alcanzadas el enero pasado; y la inteligencia artificial ya es una realidad en la planta hotelera de Benidorm.
No sé si me siguen. Háganme un favor y metan estos tres titulares en una cocktelera, agítenlos, y después me explican para que diablos tenemos que aguantar a una casta política que desde el gobierno de España pone todas las zancadillas que puede a la principal industria del país, se niega a facilitar la necesaria segunda pista de aterrizaje en el aeródromo alicantino y por no ayudar a la planta hotelera hasta torpedea la llegada del Imserso.
La gestión política que desde el gobierno de Pedro Sánchez se ha realizado en defensa de los intereses de una industria que ha traído hasta España 84 millones de turistas el año pasado, alcanzado casi los 185.000 millones de ingresos, no sólo no ha existido, sino que por el simple hecho de poner al frente de este departamento a tres personas incapaces a lo largo de los últimos cinco años y medio, cuyo único mérito es de tener un carnet con una rosa en el bolsillo, tenemos que dar gracias al cielo y a la honorable capacidad de unos empresarios que saben lo que se llevan entre manos, de no tener que lamentar que no nos hayamos convertido en el desierto de Europa.
Un gobierno que, además de tener a la provincia de Alicante, 5ª en población y capacidad de generación de negocio y recursos, a la cola, la nº 52 de 52, en recepción de fondos en los presupuestos generales del Estado en los dos últimos años, se acerca a la provincia poco y sólo por dos motivos. El primero cuando se aproxima cualquier periodo electoral, y el segundo para mentir. Si quieren lo endulzo un poco, prometer cosas que nunca se cumplen. Les recuerdo, sin estirarme mucho, la promesa de inversión de 100 millones de euros que Pedro Sánchez hizo la última vez que estuvo en Benidorm para el sector turístico, o la propia ampliación del aeropuerto con esa ineludible segunda pista que prometieron hace ya 13 años.
Un gobierno tan concentrado en mantener su pan de cada día, que no tiene un minuto libre para lo elemental, ocuparse de los problemas de los demás, principal motivo para el que fueron seleccionados. Un gobierno tan comprometido con la destrucción de la paz social a base de dividir a los españoles en mejores y peores, que resulta imposible que les preocupe algo más que no sea su propio sueldo. A los hechos diarios me remito.
Un gobierno al que le importa tan poco la principal máquina de crear riqueza y trabajo, el turismo, que no sólo no le dedica una cartera ministerial en exclusiva, sino que pone al frente de la misma, dentro de un pupurri de apellidos, a un retirado de l apolítica al que por cuota había que darle un carguito. Un gobierno que decide no invertir en el programa turístico que más alegrías ha proporcionado a quienes más lo merecen, nuestros mayores, dejando que el Imserso, un mecanismo que siempre reporta a las arcas del Estado el doble de lo que en él se invierte, caiga en manos de una secta de comunistas peleados entre sí, a los que la felicidad de nuestros mayores les importa lo mismo que a mí el futuro de estos degenerados públicos.
¿De verdad no vale la pena que nos planteemos desde el sector turístico de la provincia de Alicante que nos independicemos de toda esta tropa?