La Guardia Civil desmantela un desguace ilegal de coches en Elche

La Guardia Civil de Alicante ha desmantelado en Elche un

desguace ilegal de vehículos a motor. El propietario adquiría vehículos

supuestamente destinados a la baja definitiva, y los despiezaba de forma

irregular en una parcela situada en una partida rural. Posteriormente, vendía las

piezas como si fueran repuestos de segunda mano.

Tras detectar en una finca situada en suelo rústico, en una partida rural de la

localidad de Elche, la existencia de varios vehículos estacionados, en evidente

estado de abandono por estar, algunos de ellos siniestrados, y otros semi

desguazados, así como numerosas piezas sueltas, arrojadas por la superficie de

la parcela, el pasado 21 de febrero, la Patrulla del Seprona de Elche inició una

investigación. El objetivo era verificar la procedencia y el destino de las piezas.

El control de la adecuada gestión y el reciclaje de los residuos que se producen

en las distintas actividades comerciales, industriales y de servicios, son uno de

los objetivos encomendados al Servicio de Protección de la Naturaleza

(SEPRONA) de la Guardia Civil. Para llevar a cabo este cometido, las patrullas

realizan inspecciones periódicas en las instalaciones en las que se llevan a cabo

dichas actividades, con la finalidad de detectar las posibles irregularidades que

se cometan en relación a la trazabilidad de los residuos que se generan, desde el

momento de su producción, almacenamiento, traspaso, así como su destino final.

Esta labor cobra vital importancia cuando se trata de residuos clasificados como

peligrosos para el medio ambiente, atendiendo al riesgo del daño que se puede

provocar.

En esta ocasión, los agentes pretendían comprobar la adecuada gestión de

residuos, peligrosos y no peligrosos, procedentes del despiece o la

descontaminación de los vehículos al final de su vida útil.

Por otro lado, cualquier actividad llevada a cabo en suelo rústico, ajena al ámbito

agrícola o ganadero, y que suponga el almacenamiento o producción de

residuos, como en este caso, requiere del pertinente control ambiental por parte

de las administraciones públicas.

Una vez que los agentes identificaron y localizaron a la persona que estaba

realizando la actividad, lo citaron para realizar una inspección exahustiva. En el

interior de la parcela, había una construcción tipo inmueble de aproximadamente

350 metros cuadrados, destinada a un almacén. Durante la inspección ocular en

el interior del almacén, la patrulla verificó que se encontraba completamente

anegado de piezas de diversa índole procedentes de vehículos a motor sin

matrícula: puertas, asientos, motores, sistemas eléctricos, cableado, etc.

Los agentes hallaron también residuos peligrosos tales como aceite de motor

usado, líquido anticongelante y similares, y baterías usadas, entre otros, sin

mantener las condiciones adecuadas para la gestión de este tipo de residuos. El

local, que no poseía autorización, tampoco poseía las medidas necesarias para

preservar la seguridad en la realización de la actividad.

Siguiendo la pista del origen y trazabilidad de los residuos localizados por los

agentes en la partida rural, la Guardia Civil averiguó que el presunto autor era

propietario de un comercio minorista de compra y venta de recambios de

segunda mano, situado en el casco urbano de Elche. El establecimiento contaba

con licencia exclusivamente para la venta de repuestos de vehículos de segunda

mano y la adquisición de vehículos usados, con la finalidad de darlos de baja. El

titular formalizaba la compra de vehículos usados con la finalidad de darlos de

baja, o bien, obtenía por parte de sus propietarios un documento de

representación para realizar este trámite, y entregarlos a un Centro Autorizado de

Tratamiento de vehículos al final de su vida útil (CAT). Sin embargo, el presunto

autor los trasladaba a la parcela, dónde él mismo los despiezaba.

Posteriormente, vendía las piezas desde el local en Elche, introduciendo en el

mercado minorista un residuo como recambio de segunda mano.

Toda actividad destinada a la gestión de vehículos al final de su vida útil, ya sea

de almacenamiento, despiece o descontaminación, con fines de reciclaje, y no de

reparación del propio vehículo, debe ser realizado por los CAT. Los residuos

deben ser reciclados por un gestor autorizado que garantice su

descontaminación, y en su caso, la idoneidad de las piezas como recambio de

segunda mano, cuando sea clasificado como apto para su comercialización.

En virtud de las comprobaciones realizadas, los agentes del Seprona han puesto

en conocimiento del Ayuntamiento de Elche, la Consellería de Industria y la de

Medio Ambiente las irregularidades observadas en cuanto a la manipulación

(despiece/desguace de piezas de vehículos destinados a baja definitiva), así

como el almacenamiento de las mismas, de los vehículos y de los residuos

peligrosos y no peligrosos, sin acreditar las preceptivas licencias y

autorizaciones.

El presunto autor, un hombre de 37 años, de nacionalidad española, ha sido

propuesto para sanción por nueve infracciones en base a las normativas que

regulan la materia urbanística, las actividades clasificadas, la gestión de

residuos, y la seguridad industrial y sectorial: el Real Decreto 20/2017 de gestión

de vehículos al final de su vida útil; la Ley 10/2000 de residuos de la Comunidad

Valenciana; la Ley 21/92 de industria; la Ley 22/2011 de residuos y suelos

contaminados; la Ley 6/2014 de prevención de la contaminación y calidad

ambiental; la Ley 20/86 de residuos tóxicos y peligrosos, en concordancia con el

Real Decreto 833/88; el Real Decreto 9/05 de actividades potencialmente

contaminantes del suelo; la Ley 7/02 de protección contra la contaminación

acústica; y la Ley 5/2014 urbanística de la Comunidad Valenciana.