Juan Abril: “Una ensalada de aspencat, una gamba fileteada y un buen arroz con atún, sepia y alcachofas…”

  • “Altea va bien, pero podría ir mucho mejor”

El aceite de oliva, los quesos, los pescados, los mariscos, el orégano y la albahaca… son típicos en las regiones cercanas al mar Mediterráneo. Si eres de aquellos a los que les encanta probar diferentes comidas durante sus viajes, te recomendamos la siguiente que disfrutes de una ruta gastronómica por los sabores tradicionales de España, empezando por el restaurante Juan Abril en la bahía alteana frente al mar. Vamos a empezar señalando que la gastronomía mediterránea abarca una gran cantidad de países y culturas: magrebí, otomana, jordana, griega, italiana, francesa y española. En este caso, haremos la ruta por un área muy concreta de la geografía española

 

Además del sol y de la playa, en la Costa Blanca (entre el municipio de Denia hasta Pilar de la Horadada, en Alicante) nos esperan con una gran tradición gastronómica. Los guisos de la abuela, los arroces a la antigua y los turrones son solo algunas de las deliciosas opciones a nuestra disposición.

La gamba roja de Denia es uno de los productos destacados, una delicia que llevan los chefs locales hacia todo el mundo. Se encuentra también en Villajoyosa, Alicante, Torrevieja, Santa Pola y, por supuesto, Altea.

Muy cerca de este paisaje playero nos podemos adentrar en la montaña y disfrutar también de exquisitos platos de carnes, legumbres, hortalizas y verduras; gazpachos y el conocido “caldo con pelotas” de las Marina Baixa y Alta.

Y en cuanto a los postres, por supuesto, no puedes irte de esta parada de la ruta gastronómica sin probar los turrones, de Jijona o Alicante, además de un variado elenco de postres regados con chocolate, manzana, naranja o piña. Y tampoco debes perderte los helados que refrescan en el más caluroso verano.

Para los amantes de las frutas, el níspero de Callosa d’en Sarriá tiene una pulpa dulce, con cuyo almíbar se preparan diferentes recetas. Por su parte, la uva de Vinalopó y las cerezas de la montaña de Alicante son realmente espectaculares.