José Luis Barceló: “Las elecciones europeas no han sido más que un plebiscito en territorio español”
La victoria del PP, el altísimo suelo que demuestra el PSOE o el descalabro de Sumar puede que sean los datos más llamativos en un primer análisis del resultado de las europeas en nuestro país, pero profundizando un poco más podemos encontrar algunas claves que completan la lectura política de estas elecciones.
El primero es que, como dijo Alberto Núñez Feijóo con evidente satisfacción en el festejo de Génova, el PP es el único partido que crece respecto de su resultado en las generales del pasado mes de julio. Es cierto que no son lo mismo unas elecciones y otras, pero no deja de ser una convocatoria en todo el territorio nacional y, desde luego, son una comparación más válida que las anteriores europeas, celebradas cinco años atrás en lo que era, casi literalmente, otra España.
Y en esa comparación el PP es el único que ha logrado mejorar, no mucho, apenas un punto, pero en un contexto que tampoco ha sido propicio: con un Vox que ha mostrado cierta fortaleza y el surgimiento de Se Acabó la Fiesta, que es obvio que ha recogido bastantes papeletas cuya intención era castigar a Sánchez y que podrían haber ido, al menos en parte, para los populares y los de Abascal. La realidad, guste más o guste menos, es que Alvise Pérez ya está presente en la política nacional.
En este sentido, la pequeña subida del PP y la caída algo mayor del PSOE hace que la distancia entre ambos partidos se multiplique: si el 23J fue de menos de un punto y medio ahora supera los cuatro. Esa es otra de las claves significativas de la jornada.