El legado de José Medina «El Boli», un yeclano pionero en Benidorm

En 1969, cuando Benidorm empezaba a despuntar como destino turístico, un yeclano llamado José Medina, cariñosamente apodado ‘El Boli’, se aventuró a crear lo que hoy conocemos como la cadena hotelera Medina Hoteles.

Junto a su esposa, Pilar Juan, José fue un visionario que no solo contribuyó a la transformación de Benidorm en un epicentro turístico, sino que también dejó un legado de innovación y perseverancia. A un año de su fallecimiento, recordamos su historia y la de su familia, cuyo legado continúa todavía muy vivo.

La visión de un albañil con grandes sueños

Nacido en Yecla en 1927, José Medina se adentró en el mundo de la construcción desde muy joven. Huérfano de padre a los 12 años, asumió la responsabilidad de mantener a su familia, lo que le inculcó una ética de trabajo inquebrantable. Junto con su hermano Agustín, emprendió varios proyectos, como el del mercado municipal de Yecla, pero fue su participación en la construcción del hotel Les Dunes en Benidorm en 1954 lo que cambió su destino.

«Por aquel entonces, en la playa de Levante no había nada de nada. Y mi padre cogió fama porque era un constructor que si te daba fecha de inicio y de fin de obra, cumplía», explica Pepe Medina. En esa década, José Medina construyó diez o doce hoteles en la zona. 

Por aquellos años, Benidorm todavía era un pequeño pueblo pesquero, pero José Medina, inspirado por el creciente interés turístico del destino, vio un potencial que otros no habían vislumbrado. Fue así como decidió cambiar el curso de su vida y embarcarse en una nueva aventura: la construcción de su propio hotel. 

Inauguración del Hotel Sol y Sombra

Con el respaldo de su experiencia como constructor y un espíritu emprendedor indomable, José Medina inauguró el Hotel Sol y Sombra el 10 de abril de 1969. El establecimiento contaba con 90 habitaciones y rápidamente se convirtió en un punto de referencia en Benidorm. En una época en la que el turismo estaba en pañales, José apostó por la innovación y la hospitalidad, convencido de que Benidorm tenía un futuro prometedor.

Pepe Medina, hijo de José, recuerda: «Mi padre siempre decía que al segundo año de estar en Benidorm, le comentó a mi madre: ‘Pilar, de aquí no nos movemos'». Esta decisión no solo cimentó el éxito de su familia en el sector hotelero, sino que también dejó una huella imborrable en la historia de Benidorm. 

Y es que detrás del éxito de José Medina se encontraba Pilar Juan, su inseparable compañera y pilar en la gestión de la cadena hotelera. Pilar desempeñó roles cruciales en la administración de los hoteles, desde la gobernanza hasta la gestión de almacenes. Su dedicación fue fundamental para el crecimiento de Medina Hoteles y demostró ser el apoyo constante que José necesitaba.

El Benidorm del primer Sol y Sombra

«Mi padre siempre decía que tenía sangre yeclana, pero que era muy de Benidorm. Yo ya nací aquí y me siento igual», relata su hijo. Pepe recuerda cómo era aquel Benidorm de su infancia, en los años 60 del siglo pasado. «Tenía que ir al instituto a Villajoyosa porque aquí no había», cuenta. Pero la apertura del Sol y Sombra cambió su vida, pues de pronto, Pepe se vio viviendo en el hotel. «Vivíamos en un piso que mis padres vendieron para acometer la obra del hotel; por eso estuvimos dos o tres años viviendo en la habitación 101. Mis padres se pasaban el día trabajando y yo me tiraba el día en la piscina», explica Pepe. 

Y la gestión hotelera se le inyectó en las venas. «Me pasaba el día rodeado de ingleses, que era quienes más visitaban el hotel», cuenta. Ingleses y yeclanos, porque el éxito de Pepe Medina con el Sol y Sombra atrajo a muchos de sus paisanos para disfrutar también de sus vacaciones.

«Cuando mi padre viene a levantar hoteles a Benidorm, gran parte de su plantilla de Yecla viene con él: Paco, ‘el Liebre’; Pepe ‘Mortero’… Luego siguieron viniendo al hotel. Tengo muchos recuerdos de aquella época, de mi padre con sus amigos de Yecla», recuerda Pepe.

Porque en los 70’, no había agosto en que no hubiera más de 100 yeclanos alojados en el Sol y Sombra. «Donde ahora está el Hotel Cuco había un descampado y ahí se hacían los gazpachos; era un ambiente muy familiar porque no eran clientes, eran amigos», rememora.

La expansión de Medina Hoteles

Con el éxito del Hotel Sol y Sombra, la familia Medina continuó expandiendo su legado. A lo largo de los años, construyeron el Hotel Cuco (de 3* como el Sol y Sombra) y el Hotel Olympus (un flamante 4*), consolidando su presencia en una ciudad que se catapultaba con eventos como el famoso Festival Internacional de la Canción, «pilar sobre el que se basaba la promoción de Benidorm», me cuenta Pepe.

El festival se realizaba en la plaza de toros, que no está lejos del Sol y Sombra, lo que también significó que muchos toreros de la época se hospedaran allí. «Tuvimos a Espartaco, por ejemplo. Y también a muchos novilleros que después se convirtieron en toreros muy famosos. Era un ambiente muy especial, sobre todo para los ingleses que se quedaban boquiabiertos al ver a los picadores que salían ataviados del ascensor». 

El Sol y Sombra se inauguró con 90 habitaciones y al año siguiente José Medina decidió construir otras 90. La demanda era tremenda y el mismo touroperador te decía: «Mira, sé que el solar que tenéis al lado lo venden, este es el dueño» y te financiaba. Como mi padre era constructor, siempre hemos construido todo nosotros», me cuenta Pepe.

En 1977 edificaron lo que era el anexo del Sol y Sombra, que es actualmente el Hotel Cuco. Pero entonces era solo la mitad, eran 45 habitaciones, pues siempre han decidido crecer poco a poco. Luego, a los ocho o nueve años hicieron otras 45 detrás y en 1998 levantaron el Olympus. «Realmente, como estamos en el barrio, hemos ido creciendo según las parcelas disponibles. Mi padre era muy de tener todo cerquita. En la actualidad, tenemos el Sol y Sombra con 215 habitaciones, el Cuco con 115 y el Olympus con 150», cuenta.

Al frente, la tercera generación

Hoy en día, el Sol y Sombra sigue siendo un referente en Benidorm para el turismo nacional con un cliente muy fiel. Actualmente, la empresa familiar, ahora dirigida por la tercera generación, mantiene el espíritu innovador y el compromiso con la calidad que José y Pilar instauraron.

Pepe Medina destaca la importancia de la familia en el negocio: «Somos unos grandes afortunados. Hemos tenido la suerte de trabajar en un entorno que nos ha permitido crecer y prosperar». Esta filosofía ha llevado a Medina Hoteles a adaptarse a los cambios del mercado turístico, con un enfoque renovado en la tecnología y la sostenibilidad.

En los últimos años, Medina Hoteles ha adoptado tecnologías disruptivas y estrategias de marketing digital para adaptarse a las demandas del mercado actual. José Medina Terol, nieto de José Medina y criado también en un hotel, el Cuco (en el ático de ese hotel sigue viviendo su abuela Pilar), ha jugado un papel clave en esta transformación digital, liderando iniciativas para fidelizar a los clientes y mejorar la experiencia del huésped.

Además, la cadena ha implementado prácticas sostenibles y ha sido reconocida por su compromiso con la responsabilidad social corporativa. La familia Medina sigue creyendo en el poder del turismo como motor de cambio y progreso.

El futuro de Medina Hoteles

El legado de José Medina ‘El Boli’ sigue vivo en las manos de sus hijos y nietos, quienes continúan su trabajo con la misma pasión y dedicación. La familia planea expandirse más allá de Benidorm, con un nuevo proyecto en Villajoyosa, demostrando que la visión de José Medina sigue guiando el camino de la cadena hotelera.

A través de sus hoteles, la familia Medina honra la memoria de José y Pilar, asegurando que su legado perdure por generaciones. Como dice Pepe Medina: «Nosotros siempre hemos crecido poco a poco, pero con un compromiso inquebrantable con la calidad y el servicio. Esa es nuestra forma de honrar la memoria de mi padre y asegurarnos de que Medina Hoteles siga siendo un referente en la industria».

Con este reportaje, celebramos el legado de José Medina ‘El Boli’, un pionero que, con determinación y esfuerzo, transformó el panorama turístico de Benidorm y dejó una huella imborrable en la historia de la hotelería en España.