El agua, un recurso vital para la provincia de Alicante

«No tiene sentido nada de lo que hacemos si no tenemos ese recurso tan primitivo que es el agua». Son palabras del vicepresidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Jesús Navarro, quien recuerda que la población mundial supera los 8.000 millones de personas y «muchísimas afrontan problemas con el agua».

En el marco del Día Mundial del Agua, TodoAlicante se ha sentado a la mesa con el presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores de Alicante (Asaja), José Vicente Andreu; el presidente de Riegos de Levante Margen Izquierda, Javier Berenguer; la alcaldesa de Bigastro, Teresa Belmonte; y el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Jesús Navarro, para debatir sobre la importancia del agua y los problemas a los que se enfrenta Alicante en este ámbito.

En la provincia hubo «un antes y un después» con el Trasvase Tajo-Segura, tal como ha asegurado el presidente de Asaja Alicante, José Vicente Andreu. En los años 80, en muchos municipios de la Vega Baja -y otros territorios- «se sobrevivía como se podía» porque había una falta de agua potable. «Se bebía agua de salobre, de muy mala calidad», recuerda.

Además, en palabras de Andreu, «vivimos en una región donde el agua es fundamental» ya que «la capacidad de disponer de ella marca nuestro desarrollo económico». Y es que el experto en agricultura tiene claro que «el agua es clave para el desarrollo social, ambiental y económico». De hecho, los campos de cultivo del sur de Alicante generan producción que abastece a otras zonas de España y también a otros países.

«Somos la despensa de Europa y el sueño dorado de muchos europeos», ha asegurado el presidente de Asaja. Y con todo, ha defendido la importancia que tiene el agua «para todo el mundo». En este sentido, y con motivo del Día Mundial del Agua que se celebra cada 22 de marzo, ha recalcado que es indispensable «seguir, trabajar y conmemorar cada día» porque «disponer de este recurso es fundamental» para vivir.

Por su parte, el presidente de Riegos de Levante Margen Izquierda, Javier Berenguer, tiene claro que aumentar los caudales ecológicos del Tajo-Segura -y por ende reducir el volumen hídrico del que disponen quienes se dedican a la agricultura- es «una decisión política». Ha explicado que hace unos dos o tres años que el gobierno les informó de que se iba a llevar a cabo esta acción y, desde entonces, han emitido y presentado una serie de informes «a los que no han hecho caso» pese a estar elaborados por técnicos especializados. «Se les ha visto el plumero», ha asegurado Berenguer.

La alcaldesa de Bigastro, Teresa Belmonte, también ha cargado contra las decisiones políticas que se han tomado tanto a nivel regional como a nivel estatal. Ha asegurado que Puig, a la cabeza de la Comunitat Valenciana, «no está luchando de forma adecuada» por el territorio. Además, ha destacado que está «muy preocupada» porque ve que los mensajes del Gobierno central son «de sustitución de agua dulce natural por agua desalada».

En este sentido, Belmonte ha argumentado que este agua presenta «inconvenientes con respecto a la calidad». También ha recordado que supone una subida de los precios «porque la demanda eléctrica es terrible». Además, ha defendido que «en la provincia de Alicante vivimos de la agricultura y del turismo» fundamentalmente, y que con el recorte de agua -para los terrenos de cultivo que dependen del Trasvase Tajo-Segura- solo se vislumbra un «interés político». No obstante, durante el debate se ha cuestionado la actuación política tanto del Gobierno actual como de los anteriores.

«Tanta culpa tiene el PSOE como el PP», ha espetado Jesús Navarro. Y es que bajo su punto de vista «los políticos han fallado todos». «Dejémonos de demagogia porque llevamos 20 años luchando y tenemos un problema endémico», ha añadido. Además ha explicado que su padre «se arruinó con la uva de mesa de Novelda» porque ya hubo escasez de agua hace muchos años y «cuando la necesitaba no la tuvo».

Por tanto, y ante la situación que ha generado la polémica decisión del recorte del Trasvase, el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Alicante ha sostenido que «sólo queda hacer caso de la gente que sufre de verdad las consecuencias y de los técnicos en ecología». No obstante, Navarro ha resaltado que la Cámara tiene dos objetivos principales: el agua y el apoyo al comercio local. Y con respecto al primer punto ha insistido en que «es preocupante el abandono de todos los partidos políticos que gobiernan».

Por su parte, la alcaldesa de Bigastro ha explicado que hay que solucionar el conflicto del agua pero «cualquier proyecto no nos vale». «Tenemos que hacer el mejor, porque el dinero es escaso y el problema es muy grave», ha añadido, a la vez que ha recordado que ningún plan es viable si el precio final del agua es superior al que los agricultores pueden asumir.

En la misma línea que el presidente de Asaja, Teresa Belmonte ha mirado al pasado para recordar que «hace 43 años no había agua potable en la Vega Baja, hasta que llegó el Trasvase». Y desde entonces, «campos de secano que no valían para nada hoy en día generan empleo y riqueza». Por eso, ha asegurado que se deben tomar decisiones «con muchísima sensatez» porque «estamos hablando de nuestro futuro»

Y teniendo en cuenta estos aspectos, la alcaldesa de Bigastro ha reflexionado lo siguiente: «Tenemos una red de carreteras que conecta todos los pueblos de España. ¿Por qué no podemos tener una conexión de agua? Sin ella no podemos vivir. Si hubiese conexión de cuencas se podrían hacer movimientos de agua. Tenemos el mar cerca y tenemos capacidad de desalinizar agua. Cada territorio tiene que tener la capacidad de optimizar el agua al máximo y luego distribuirla. Eso es lo que España necesita. Y espero que seamos capaces de hacerlo porque nos estamos jugando el futuro de la provincia y del país. La realidad del cambio climático está aquí, donde llovía ya no llueve, y donde no llovía, llueve».

Cuota fija haya o no haya agua

Otra cuestión que preocupa a los empresarios que dependen del agua para su actividad profesional es la cuota fija. Para disponer de este bien, deben abonar anualmente un importe concreto independientemente de la cantidad que reciban. «Todo el sindicato pagamos 12,5 millones de euros, venga agua o no venga agua», ha recordado Javier Berenguer. «Estamos pagando una amortización de una obra que se sobredimensionó», ha añadido.

Se trata de una cuota que estableció el Partido Popular y, tal como ha recordado el presidente de Riegos de Levante Margen Izquierda, «el PSOE dijo que cuando entrara a gobernar la quitaría». Pero esa situación no se produjo. Y en este sentido, Javier Berenguer ha lanzado un mensaje claro al Gobierno presente y al futuro: «A ver si sois capaces de poneros de acuerdo en modificar esa ley y hacer una ley que sea buena para nosotros».

A este respecto, José Vicente Andreu ha recordado que uno de los ejes fundamentales de Asaja es «la reivindicación del agua». Y en este sentido, su objetivo es «sacarla del enfrentamiento político y meterla en el centro de la política». Es decir, que la asociación trabaja por conseguir que la gestión del agua sea una prioridad para los equipos de gobierno y no una batalla entre partidos.

Además, ha explicado que «ha habido un enfrentamiento en el PSOE que ha supuesto una ruptura interna» por el tira y afloja entre la Comunitat Valenciana y el Gobierno central «y eso no lo habíamos visto nunca en este país». Y en este contexto, el presidente de Asaja ha asegurado que «gobierne quien gobierne, en la próxima legislatura las cosas van a ser distintas».

Iniciativa privada: planta regeneradora de agua

Entre 2017 y 2018, la provincia de Alicante sufrió una de las peores sequías de su historia. «Estuvimos once meses sin agua», ha recordado Javier Berenguer. En ese entonces, el presidente de Riegos de Levante Margen Izquierda empezó a trabajar en un proyecto: una planta regeneradora de agua. Antes de 2026 será una realidad, ya que ha conseguido el apoyo y la financiación de los fondos europeos Next Generation.

No obstante, aunque un gran porcentaje de la iniciativa está subvencionado, la comunidad de regantes tendrá que poner entre 14 y 15 millones de euros de su bolsillo. Eso sí, según ha explicado, una vez que entre en funcionamiento «el precio del metro cúbico de agua será muy barato, por debajo incluso del precio del Trasvase».