¿Dónde están los buenos?
Leopoldo Bernabeu
Así de sencilla es la pregunta que da vueltas de nuevo por mi cabeza en estos últimos días. Que nadie se lleve a engaño, perdí la esperanza de encontrarle solución hace ya muchos años. Pero viendo lo que está soportando la pobre gente y la valiente oposición en Venezuela, un robo y un atentado a la integridad moral en nuestra propia cara, ha vuelto a mí esa recurrente por asquerosa pregunta que, no nos mintamos, nunca tuvo respuesta, porque los buenos nunca han estado.
Cuando me fui a la cama el domingo sabía el titular que me iba a encontrar al levantarme. Como si lo hubiera escrito antes, igual que aquellas preciosas crónicas que el profesional de mi padre tenía redactadas antes incluso de que un resultado deportivo sucediese, no me equivoqué ni en las comas que había imaginado: Maduro ha ganado las elecciones con el 51`2% de los votos. Volví a sentir una profunda lástima por la sociedad por la generación que me ha tocado vivir. La de mis padres y abuelos tuvo el coraje de pelear por la justicia en la suya y espero que la de mis hijos hagan lo mismo en el futuro.
Venezuela es un país hermano de España. Todos sabemos lo que sucede en Cuba desde que allá por 1.959 un tal Fidel Castro invadió su país al grito de fuera los gringos. Había que echar a un dictador, Batista, para, se supone, instalar una verdadera democracia que erradicara la galopante corrupción, eso decían, que asolaba el país. Nunca la llegué a ver ni en la escritura, ni en las fotos, ni en los libros de Hemingway, ni en los escasos vídeos que quedan de aquella época. Lo que si vi con mis propios ojos, porque he viajado veces hasta esa isla española hasta hace poco más de cien años, es la más absoluta devastación, pobreza y miedo que atenaza su sociedad, sus gentes y su futuro. Y ahí siguen 63 años después.
Hace 26 años, un iluminado con sendos golpes de Estado a sus espaldas, llegó al poder en Venezuela. Hugo Chávez, al que un devorador cáncer se llevó por delante hace unos cuantos años, dejó a otro más iluminado todavía en el poder para continuar con ese narco régimen militar que, como mérito principal, ostenta el honor de haber conseguido sembrar, imitando a sus hermanos cubanos, la más absoluta pobreza y la huida de 8 millones de sus habitantes.
No me sorprende nada de lo que está pasando. Era de esperar, lo sabíamos todos, los de un lado y los del otro. Un régimen que impide a la líder de la oposición presentarse, que impide que legaciones del exterior acudan a fiscalizar el resultado, que…. No puede otorgarse la medalla de democrático, en absoluto. Lo realmente asqueroso y vomitivo es que todo esto lo estén consintiendo esos que durante tantos años pensamos que eran los buenos. ¿Dónde está la ONU?, ¿dónde los EEUU y la Unión Europea?, ¿qué necesitamos más para entrar ahí y desarbolar a este genocida?, ¿de verdad existen los buenos?