David Climent: “Hay gente que hace miles de kilómetros para ver lo que tiene al lado de su casa y no lo conoce”

La noche del 12 de Julio de 1977 se abría una historia emblemática para la cultura, para la música, para la danza y las artes escénicas, para la expresión de toda una sociedad activa que estrenaba libertades con la llegada de la democracia. Miles de kilovatios de luz inundaron una nueva sala, para no apagarse jamás en estos 47 años que desde entonces han transcurrido.

Tras los primeros éxitos de su primera década, el Benidorm Palace se consolidó como una sala de fiestas de prestigio y con una oferta incomparable y única en la costa peninsular. La programación era variada y contaba con la participación de grandes estrellas de la canción, conjuntos vocales internacionales y con reconocidas orquestas, ballets y vedettes procedentes de países con larga tradición en este tipo de espectáculos… pero todo esto sólo ha sido el principio de una historia mágica que continúa a día de hoy.

Aquella noche del verano de 1.977 la expectación fue máxima. Era la primera noche. Fue un mítico 12 de julio. Desde entonces más de seis mil y una noches han sucedido en este lugar y sobre este mismo escenario. Se habían probado todos los primeros focos y todas las pistas de la mesa de mezclas. Se hicieron funcionar una y otra vez todos los micrófonos. Hubo varias sesiones de trabajo previo para prepararlo todo: las mesas, la mecánica del escenario y su tramoya, los accesos, las neveras y la cocina, el vestuario del personal de sala, la taquilla o la capacidad del guardarropía. Se ponía a prueba toda aquella inmensa cristalería. Los invitados iban llegando. Cuando se abrieron las puertas y la sala concentró a más de mil quinientos espectadores, una frase corrió en boca de todos: desde el camarero a la dirección de la empresa. Todo el esfuerzo, toda la inversión, toda aquella ilusión había valido la pena y cobraba sentido inaugurar aquel nuevo espacio de ocio social en la costa mediterránea. Alguien desde el escenario y con todos los focos sobre su voz pronunció: «Buenas noches: les damos la bienvenida a una ilusión que ahora es una realidad para todos. Bienvenidos al Benidorm Palace».