Carlos Dueñas: “Esta noche en TONDI, auge y caída de los nazis”.
Se necesitó la guerra más grande en la historia de la humanidad para provocar la caída del nazismo. La invasión de Polonia en septiembre de 1939 no tenía la intención de provocar una guerra importante. En la mente de Hitler, fue otro acto de expansión, muy parecido al Anschluss con Austria y la incursión nazi en Checoslovaquia. Hitler creía que los británicos no estaban dispuestos a iniciar otra guerra y que Londres buscaría un segundo acuerdo. Pero una quincena de días después de la invasión polaca, Francia, Gran Bretaña y varios países del Imperio Británico habían declarado la guerra a Alemania.
Como ni Alemania ni los Aliados estaban preparados para un conflicto importante, los primeros meses de la Segunda Guerra Mundial produjeron pocos combates importantes fuera de Polonia. Esta "guerra falsa", como se la conoció, terminó en abril y mayo de 1940, cuando los nazis lanzaron una serie de invasiones en Europa occidental. Más de un millón Wehrmacht y las tropas de las SS marcharon a Dinamarca, Noruega, Francia, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos. Las fuerzas militares en estos países se defendieron galantemente, pero fueron invadidas por los nazis. "Guerra relámpago", una forma de guerra mecanizada que enfatizaba la velocidad y la penetración. A finales de 1940, las fuerzas alemanas controlaban la mayor parte de Europa occidental. Ocuparían estos países durante cuatro años, instalando gobiernos títeres, saqueando sus economías, obligando a la población a trabajar y arrestando y deportando judíos y otros objetivos raciales.