Benidorm expresa su condena por el último asesinato machista que ha acabado con la vida de una mujer de 49 años en Valladolid

El Ayuntamiento de Benidorm ha vuelto a expresar hoy miércoles con un minuto de silencio su repulsa y condena por el último asesinato machista confirmado en las últimas horas en nuestro país, que ha acabado con la vida de una mujer de 49 años asesinada por su pareja en Valladolid, la cual posteriormente incendió la vivienda y fue detenido días después en Vigo. El crimen se cometió el pasado fin de semana.

La concentración silenciosa ha tenido lugar al mediodía en la puerta del Ayuntamiento y ha estado encabezada por la primera teniente de alcalde, Ana Pellicer y otros miembros de la Corporación municipal, que han expresado así su rechazo unánime a este nuevo asesinato machista.

Con la confirmación de este nuevo crimen dentro del espectro de la violencia contra la mujer, la estadística sobre el número de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en España asciende a 29 en lo que llevamos de 2024 y a 1.273 desde 2003, cuando se empezaron a recopilar estos datos.

Desde la Concejalía de Igualdad que dirige la edil Ángela Zaragozí recuerdan que el Ayuntamiento de Benidorm dispone de personal especializado en violencia de género para prestar asesoramiento gratuito a cualquier mujer que se sienta amenazada. Asimismo, reitera una vez más que las víctimas cuentan con el teléfono gratuito 016, que no deja rastro en la factura telefónica, si bien es recomendable eliminarlo del registro de llamadas de los móviles. Este servicio atiende las 24 horas del día, los 365 días del año y en 52 idiomas.

Igualmente, ante una situación de emergencia se puede llamar al 112 o a los teléfonos de emergencias de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). En caso de que no sea posible realizar una llamada y ante una situación de peligro, se puede utilizar la aplicación ALERTCOPS, desde la que se enviará una señal de alerta a la policía con geolocalización. Todos estos medios de asistencia pueden ser activados por la víctima y también por cualquier persona que conozca o sospeche de un caso de violencia de género. Es un deber de toda la sociedad.