Benidorm aborda con la patronal del sector la problemática de la carga y descarga con la llegada de la Zona de Bajas Emisiones

El Ayuntamiento de Benidorm ha comenzado a mantener reuniones con la vista puesta en la próxima entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en la ciudad. Una de estas citas ha tenido lugar con ADISLEV, la asociación que engloba a las empresas de distribución de bebidas y alimentación a la hostelería y restauración de la Comunidad Valenciana con la finalidad de analizar la problemática que se plantea con los espacios de carga y descarga y la dificultad de estacionamiento que tienen las empresas del sector de la Distribución Urbana de Mercancías.

Según ha explicado el concejal de Movilidad, Francis Muñoz, “estamos dando los pasos necesarios para tenerlo todo controlado cuando llegue la entrada en vigor de la ZBE”. En ese sentido precisaba que “valoraremos las peticiones y propuestas que nos han hecho para tratar de hacerlas compatibles con la ZBE y estudiar todas las posibilidades para mejorar”.

Una de los asuntos que se ha analizado es la peculiaridad de que en Benidorm “la distribución urbana de mercancías está muy vinculada a la ZBE porque es en el centro de la ciudad donde se concentra el mayor número de establecimientos de hostelería, restauración, comercios, etc. y es ahí donde se concentran los problemas” señalaba Muñoz.

El objetivo es “mejorar y optimizar el uso de la carga y descarga para facilitar el reparto a la hostelería y restauración de la ciudad”. En ese punto, se planteó adelantar el inicio del horario de carga y descarga, una posibilidad que “en ningún caso afectaría a la avenida Armada Española”, según ha afirmado el concejal.

Sobre la mesa también se puso la previsión de implantación de un sistema de reserva de los puntos de carga y descarga dentro de la ZBE para optimizar el uso de estos puntos. El sector, por su parte, se ha mostrado “consciente de la necesidad de reducir emisiones”, aunque también pusieron de manifiesto que necesitan ayudas y subvenciones para renovar flotas debido a que el precio del renting de camiones ha subido más de un 15% y que el plazo de entrega de los nuevos vehículos se demora entre un año y medio o dos.

De igual forma han solicitado “flexibilidad horaria y exenciones” para realizar su labor y consideran “contraproducente” la limitación por peso porque, en su opinión, implicaría más camiones, más emisiones y más ocupación de zonas de carga y descarga. En ese sentido abogan por los camiones de 7,5 toneladas, que equivalen a ocho furgonetas o a tres camiones de 3,5 toneladas.