Banco de España Hernández de Cos se despide con una bofetada a Sánchez: con él somos más pobres
Pablo Hernández de Cos se ha despedido como gobernador del Banco de España con una carta-informe que, lejos de ser una emotiva despedida, con los agradecimientos correspondientes, se ha convertido en una bofetada al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien acusa de no reducir el gasto público y de mantener una economía sustentada en la emisión constante de deuda pública.
A Hernández de Cos le nombró gobernador del Banco de España (BdE) Mariano Rajoy pero nadie podía prever que el 31 de mayo de 2018, Pedro Sánchez ganará una moción de censura que le llevaría a La Moncloa. Casi coincidieron cronológicamente en sus cargos y esto se lo ha puesto fácil al elegante Pablo Hernández de Cos, que lleva seis años soportando a los sanchistas, quienes, a su vez, le echaron encima a sus socios de Podemos, ahora Sumar. Son los mismos que no se han cansado de identificar al Banco de España como una reliquia de derechas y como el azote de la Moncloa, que sin llegar nunca al enfrentamiento directo, se atrevían a poner en solfa la política económica.
Y qué casualidad, el gráfico sobre renta per capita coincide con el periodo de Cos como gobernador pero también con el Pedro Sánchez en Moncloa. Y más casualidades: resulta que lo que concluye con su 'grafiquito' don Pablo es que, en renta per capita, comparada con Europa... los españoles somos cada vez más pobres... con Pedro Sánchez.
Y, por si no había quedado claro, De Cos ofrece un último consejo al Gobierno: "Revertir estas tendencias requerirá ambición y grandes acuerdos políticos". En otras palabras deja de apoyarte en los comunistas para gobernar y reduce el gasto estatal y la deuda pública, ambos muy crecidos con el Sanchismo.
Desde otra parte, el Gobierno, experto en impunidad, ha decidido saltarse la norma de que el Banco de España (BdE) no puede estar ni un sólo día sin gobernador. Así, el lunes 10 Don Pablo abandonaba su despacho y ahora será la subgobernadora, Margarita de Salas, quien le sustituya hasta que acabe su mandato, en septiembre. Y si en septiembre aún no tiene el Gobierno ni gobernador, ni subgobernador... pues entonces puede que nombre al bedel de la institución, un hombre del pueblo, con grandísima experiencia.
Ante todo, no olviden que la carta de despedida, corta pero enjundiosa, muy enjundiosa, se produce días después de que el presidente del Gobierno asegurara que la economía española ya no como un moto, va aún mejor. Sólo que cada día somos más pobres.
Sí, una carta de despedida que merece la pena leer toda entera. Recuerden: las bofetadas hay que propinarlas mirando a Gibraltar.