Alvise Pérez: Sansón en el templo de los filisteos. Por Galo Dabouza

Los que tuvimos el privilegio de recibir la enseñanza de los antiguos planes de estudios sabemos que Sansón es un personaje legendario, de una fuerza descomunal, que cuando fue retenido en el templo de los filisteos, -sus enemigos-, removió las columnas del templo, produciendo su demolición con todos dentro.

Como media España sabe, y la otra media sabrá muy pronto, D. Alvise Pérez se presentará a las elecciones europeas. Su intención confesada es alcanzar la inmunidad para poder seguir su lucha bajo ese paraguas, y protegerse de la plétora de denuncias y demandas que lleva años sufriendo, por más que finalmente las gane todas.

Hay quien duda de la sinceridad de sus intenciones, y algunos incluso se ríen de su candidatura. Probablemente se les hiele la sonrisa cuando vean los resultados.

Todos conocemos la coletilla de todo contrato bancario, según la cual “beneficios pasados no garantizan beneficios futuros”. El caso de Alvise es diferente. Los servicios prestados hasta el momento, sin ninguno más, ya justificarían otorgarle el voto. Por otra parte, del privilegio (privi-legio, ley privada, es decir, sólo para unos pocos) de la inmunidad parlamentaria ya gozan todos los facinerosos que nos esquilman y pulverizan nuestros derechos y libertades. Bueno será que cuente con él quien lucha contra ellos a brazo partido. Así su lucha será menos desigual.

Yo tengo la sensación de que Alvise, metido en los antros donde se mueven los políticos que nos hunden, en lugar de sumarse a ellos (que es lo que han hecho todos los demás), hará algo parecido a lo que hizo Sansón. Demolición con todos dentro.

Por desgracia, abstenerse de votar, que es lo que hacemos muchos cuando lo mejor que se nos ofrece exige taparse la nariz, no sirve para gran cosa. El sistema está montado para seguir funcionando, aunque en toda España sólo se deposite un voto. Y nunca faltará un idiota para hacerlo.

Por otra parte, votar a cualquiera de “los de siempre” es estupidez supina.

A los votantes del PPSOE ya los doy por perdidos. Quien todavía vota por ese mal llamado “voto útil”, por el gozo íntimo de que lo sodomicen “los suyos”, y no “los otros”, con su pan se lo coma, y que Dios lo pille con la pauta completa.

Respecto a Vox… ¿hablamos de su apoyo al asesino de Zelenski, violando nuestra deseable neutralidad y perjudicando gravísimamente los intereses españoles, para beneficiar los de la criminal OTAN? ¿O hablamos de su frenesí vacunatorio, en el que quería emplear a militares, farmacéuticos y hasta veterinarios? Sí, para meternos en el cuerpo esas formidables vacunas tan eficaces y seguras que no están dejando títere con cabeza. ¿O hablamos de su pasión por las mascarillas, esas que lo único que protegieron fue el bolsillo de una plétora de sinvergüenzas? Y eso por no hablar de su desprecio olímpico por los votos de sus afiliados y simpatizantes. Porque en las últimas convocatorias electorales muchos vimos en directo cómo se les robaban decenas o centenares de miles de votos en los escrutinios generales –esos que no se hicieron-, mientras sus apoderados miraban para otro lado y se ponían de perfil. ¿A qué bastardos intereses obedece Vox?

 Y volviendo a Alvise, sólo me queda añadir lo que decía un anuncio de hace años, “busque, compare, y si encuentra algo mejor, cómprelo”.