Alfonso López: “Veo un futuro muy negativo para la tauromaquia en Benidorm”
- “No consigo entender como ha podido caer tan el PSOE actual, mi partido de toda la vida”
Presidente del Círculo Taurino, ex presidente de la asociación de jubilados y pensionistas y ex secretario de organización del PSOE en Benidorm, Alfonso López disfruta de su más que merecida jubilación desde una óptica de observación privilegiada.
Luchador nato en defensa de todo cuanto afecta al mundo taurino, ve con escepticismo el futuro de la tauromaquia en Benidorm, al igual que como miembro activo de la asociación de jubilados y pensionistas, se siente orgulloso de haberla presidido durante 10 años y poder decir que de los 15 afiliados que se encontró al llegar, dejó la presidencia hace ahora un año con más de 3.500 miembros y una agenda de actividades que ya quisieran en cualquier otro estamento. Como socialista de toda la vida “de los de verdad”, alucina con la actual situación del partido y tacha a Sánchez del mayor embustero que ha fabricado la democracia y no da crédito de la situación a la que ha llegado el que siempre fue su partido.
Es muy difícil, y hasta una especie de ostentación de la coherencia, llevar la contraria a la taquilla. Y ésta dice, hoy por hoy, que por mucho que se hable de cierto empacho de nombres de ‘figuras’, resulta que son absolutamente necesarias. Lo dice, con más rotundidad o menos, la taquilla. Que no opina, sino que certifica. Dicho esto, la ausencia normalizada en las ferias del dúo lanzado por Las Ventas, Borja Jiménez y Adrián, no sólo llama la atención. Ponen del revés la tradicional lógica que dice que triunfar en Madrid es aval para entrar en todas partes. El relevo. Pero resulta que, visto lo visto en lo que se anuncia, Madrid ha de ser quien los vuelva a lanzar. Es como si se necesitara un eterno retorno para la convicción o la seguridad para los que contaran de que la taquilla va a estar de acuerdo.
En los últimos años, han salido nombres de toreros que ilusionaban más al aficionado que a la taquilla. O sea, que la tarea era pasar de una ilusión de cualidad a una ‘c’ de cantidad. Y no se logró. Tomás Rufo, por ejemplo, es un caso de retención y, porqué no decirlo, de escasa paciencia y lógica. Pero hay más déficits en el toreo. No es que estemos muy de acuerdo con las retiradas y regresos. Pero una vez dicho y hecho la vuelta, el toreo, que no anda sobrado de razones ni de memoria, abandona y ningunea a toreros como la copa de un pino, hechos a sí mismo y con un historial más que digno. Hablamos de El Cid.