Alberto Varela: “Resulta inconcebible que los españoles nos manifestemos contra lo que nos da de comer”
- “El turismo no es el culpable de los problemas que se han originado con la vivienda”
‘Los turistas están detrás de una de cada tres infracciones”. Lo primero que pensé es que las otras dos infracciones las provocamos entonces los residentes, que se supone que somos los primeros interesados en cuidar nuestro territorio. Pero claro, culparnos a quienes residimos en España, que somos los que votamos, no queda bien en boca de nuestros dirigentes públicos, que ahora parecen preocupados por el descontento social tras muchos años de inacción en el sector, en un país que sobrepasa la obsolescencia y la saturación en muchas de sus infraestructuras, que tiene un déficit enorme de vivienda, que cuenta con sus principales vías de comunicación en pésimo estado, que permite que irracionales desperdicios de agua por unas viejas infraestructuras, que tiene un transporte público deficitario… ¡Pero no, la culpa es del turista!
Este tipo de informaciones lo único que provocan es fobia al turista y fobia a las empresas de la cadena de valor del turismo que día a día se esfuerzan en sacar sus negocios y sus trabajadores adelante. Y en todo este debate social en torno al modelo económico y turístico de nuestro país, que desencadena el descontento manifestado de los últimos meses, algunos representantes públicos han decidido cargar las tintas contra los turistas y contra el turismo. Me sorprende y entristece ver cómo tiramos piedras contra nuestro propio tejado, en vez de identificar aquellos puntos en que flaqueamos para reforzarlos.
Nuestros visitantes, en términos generales, son respetuosos con el medio y aquellos que no lo sean, deben ser sancionados. Se sanciona la conducta, no la nacionalidad. ¿Que algunos visitantes de Benidorm, sean de la nacionalidad que sean, se comportan de manera incívica?, ¿que algunas personas circulan con vehículos de carácter recreativo por zonas no autorizadas?, ¿qué hay quienes destrozan mobiliario público una vez se han embriagado? No lo permitamos. ¿Cómo? Incrementemos la vigilancia, formemos a más profesionales en la protección de nuestros espacios, eduquemos en respeto, sancionemos a quienes incumplan las normas, sean británicos, alemanes o de cualquier municipio de nuestro país.
El sector empresarial hotelero no es ajeno a ese malestar, lo hemos dicho en reiteradas ocasiones. Son conscientes de que cualquier actividad económica no es inocua, el turismo tampoco lo es. Como también hemos dicho que no estamos sordos, que hemos escuchado las proclamas de todas esas manifestaciones, sabemos donde están los problemas y cuáles son las soluciones. ¿De verdad hay voluntad por parte de quien corresponde en ponerlas en marcha?, ¿o es mejor mirar hacia otro lado a sabiendas de que esas soluciones pueden afectar al voto de alguna que otra formación política?