Abdelmalik Mohamed: "Este Ramadán tendremos a Gaza en nuestras plegarias más íntimas"

Lleva tiempo al frente de la Federación Española de Entidades Islámicas (FEERI) de Ceuta y Abdelmalik Mohamed, como casi cualquier musulmán, espera “con ilusión” a que empiece el mes sagrado del Ramadán para los seguidores de la que en unos años será la religión más profesada en todo el mundo: el islam. La entidad que preside en Ceuta fue firmante, junto a la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE), del Acuerdo de Cooperación de 1992 que ‘guía’ desde entonces las relaciones entre el Gobierno de España y la Comisión Islámica, a la que pertenecen ambas instituciones. El presidente tiene claro que el Ramadán es una “oportunidad” que te ayuda a comprender lo que significa la “fe y sus atributos”. Asegura que este Ramadán será 'diferente', con las plegarias de muchos fieles dirigidas a la población de Gaza.

 

Pregunta. ¿Qué significa el Ramadán para Abdelmalik Mohamed, delegado de FEERI en Ceuta?


Respuesta. El Ramadán, tanto para mí como para el resto de musulmanes, significa  un privilegio y una excelente oportunidad  que se renueva cada año.

 

P. ¿Oportunidad para qué?


R. Muchas religiones se fundamentan en el amor; otras, en la esperanza. El Islam, en cambio, gira y se proyecta en la fe inquebrantable en Dios. El Ramadán es una de esas piezas que te ponen a prueba y que a la vez te ayudan a comprender lo qué significa la fe y sus atributos. Es una oportunidad para experimentar todas esas cosas.

 

P. ¿Qué planes tiene la FEERI para Ceuta?


R. Estamos ultimando la puesta en marcha de varios servicios. Uno de ellos tiene que ver con la celebración de matrimonios, certificados de idoneidad, de fe, y otros muchos que tienen como único fin ayudar a que la vida sea un poco más fácil, y que estarán disponibles una vez acabe el Ramadán. También un servicio de intermediación religiosa que evite en la medida de lo posible que personas de la misma fe tengan que dirimir sus diferencias en un juzgado. La religión ofrece mecanismos para darles solución.  Otra de las cuestiones es el asunto de los mayores, la cultura, conferencias, etcétera.

 

P. ¿Cómo se prepara usted para el mes sagrado de todos los musulmanes? ¿Inicia meses antes?


R. No existe preparación específica. Tal vez cierta educación psicológica para asumir que se avecinan cambios en los hábitos diarios, pero nada especial. En cuanto a la segunda pregunta, meses antes, no. Hay días señalados que son propicios para el ayuno, y eso hacemos, ayunar en esos días que nos sirven para aclimatar nuestra mente y cuerpo. 

 

P. ¿Cómo es su rutina durante el mes sagrado desde que se levanta? 


R. No varía mucho de la  del resto del año, aunque sí es verdad que se suceden cambios que se traducen en hábitos durante todo el mes. El Ramadán ofrece tiempo para el recogimiento espiritual, especialmente durante la noche. Aparte de las oraciones establecidas, existen otras que impulsa la propia persona en busca de un mayor conocimiento de sí mismo y para reforzar su cercanía a Dios. Existen momentos entrañables como son Quiam al Lail, que podría traducirse como “desvelo, vigilia nocturna”, que viene a ser en la mitad de la noche, más o menos, y que durante el Ramadán coinciden con el momento del Suhur, última toma de alimentos, tiempo en el que realizamos rezos voluntarios y en los que damos gracias. Después de esto llega la oración del amanecer y con ella el comienzo del ayuno lo que coincide con el clarear de las bóvedas del cielo. En el Corán se dice: “Cuando podamos distinguir un hilo blanco de otro negro”.

P. ¿Para qué le sirve este mes? Es un mes muy espiritual, pero también familiar. ¿Lo suele pasar más con los suyos o se centra en reflexionar íntimamente?


R. Dios es Clemente y Misericordioso, tanto de este mundo como el de la otra vida. Nadie le gana en dar oportunidades. Decía el Profeta, sws, que Dios ha dividido Su Misericordia en cien partes. Una se  la concedió a la Creación, y 99 se las quedó para Él. Incluso la bestia más dura levanta su pezuña para no dañar a su cría. El Ramadán también es una balanza para medir acciones pasadas y prevenir mejor las futuras. Es un punto de inflexión que intenta alejar la ignorancia y la altivez de nuestros corazones. El ayuno es una herramienta muy eficaz, no solo a nivel físico y mental lo es también para educar impulsos y valorar con sentido común la levedad de nuestra propia existencia. Muchos de los modales están y se cobijan en el estómago. Durante este mes, intento, como hacen todos los musulmanes de bien, ofrecer lo mejor de mí mismo tanto a mi familia como a todos los que me rodean. Y eso, pienso, que es común en todos los musulmanes.


P. ¿Usted siente especial cercanía durante este mes con Allah? Eso, en qué se ve reflejado durante su día a día y, concretamente, durante los meses posteriores. 


R. Allah dice que Él escucha y ve, y  que está más cerca de nosotros que nuestra  vena yugular. Existen muchas aleyas que dejan bien claro que nada Le es desconocido. Una de esas aleyas es especialmente entrañable cuando afirma: "Si mis siervos te preguntan por Mí, di que estoy cerca”. En otras aleyas y suras del Corán podemos encontrar muchas afirmaciones parecidas en las que Allah reafirma Su cercanía. Hay un Hadiz en el que Allah afirma “Ni mis cielos ni mi tierra pueden contenerme, se refiere a Su majestuosidad, pero sí el corazón de un siervo creyente”. Nada  Le es indiferente y desconocido. El Profeta, sws, cada vez que viajaba solía decir “Tú eres el mejor amigo/compañero  en los viajes”.  La cercanía no se refleja como perfil en ninguna de sus cualidades, sino por el mismo acto de acudir en busca de ese acercamiento. El Profeta, sws, dijo: “Si un creyente se acerca a Dios un palmo, Él se acerca un brazo. Y si el siervo se acerca un brazo, Él se acerca la distancia que hay entre mano y mano”. El Ramadán es como una estación de servicio en la que paramos para  abastecernos de cualidades sociales y espirituales  para todo el año.

P. ¿Lee el Corán de forma más habitual durante este mes?


R. La lectura del Corán es necesaria y facilita el camino hacia una mejor comprensión, no solo de nuestras vidas y preocupaciones, sino también de las maravillas de la Creación.  Aparte de las cinco oraciones diarias, en el Ramadán existen las oraciones del Taraweh, que viene a significar de relajación, y  que tienen lugar después de la quinta oración prescrita del día, que es la de la noche. Una vez finalizada esa oración, da comienzo el Taraweh, que tiene una duración aproximada de unos 40 minutos y se realiza en congregación, ya sea en mezquitas, en familia o en grupos reducidos. Las oraciones del Taraweh, como todas las demás, se acompañan con lectura del Corán, aunque en este caso se va avanzando de forma ordenada hasta su lectura completa, que vienen a ser dos capítulos por día, para así completar los sesenta capítulos.

 

P. ¿Se hacen mejores las personas durante este mes? 


R. Las personas se hacen mejores si quieren y se convencen de ello. El Ramadán tiene como fin allanar el camino hacia la excelencia individual y colectiva,  pero la decisión última es de las personas. Ramadán es un mes que facilita ahondar en la dimensión halal, no sólo en cuanto a la alimentación, que lo es, y que requiere de un cuidado especial ya que en Ceuta siguen entrando muchos alimentos bajo la etiqueta halal que no lo son y que en gran medida desafían y ofenden  la naturaleza del propio ayuno. Además, halal significa conectar la esencia misma de la fe con nuestro estilo de vida en todas sus dimensiones.

 

P. ¿Es posible acabar con los malos hábitos durante el Ramadán?


R. El ayuno agudiza sentimientos contrarios a los malos hábitos y busca su eliminación en favor de otros de más y mejor calidad, y que beneficien a título individual y colectivo.

 

P. ¿Qué virtudes aporta hacer un Ramadán ‘al pie de la letra´? 


R. No existe un Ramadán `al pie de la letra´.  El Ramadán es intención en estado puro. Seguir las indicaciones del Profeta, sws, garantiza un cumplimiento correcto. En cuanto a las virtudes, todas las que reproduce el ayuno: consideración hacia uno mismo y hacia los demás, contención, cultivar relaciones humanas, proteger el medio ambiente, reforzar vínculos familiares, etcétera.

 

P. Mucha gente se queda con que el Ramadán es un mes de ayuno. Pero realmente tiene mucho más que eso ¿no?

 


R. Tal como dije antes, el ayuno no es solo abstinencia de alimentos. Este mes tiene también una función religiosa, espiritual;  sanitaria, purifica el cuerpo, y mental, fortalece la voluntad. Además, el Ramadán tiene un alta carga moral, ya que acerca a la persona que lo experimenta el sufrimiento de mucha gente que está privada de alimentos por dificultades y circunstancias de muchos tipos, es decir, que favorece el concepto de la solidaridad humana. Es como subirte a una escalera para verte mejor y ver con mayor perspectiva tu entorno social.

 

P. ¿Cómo se vive la noche de Lailat Al Qadr entre los musulmanes y cómo la vive usted especialmente?


R. Lailatu Al Qadr, viene a ser “La Noche Célebre”, “La Noche del Destino”. Allah dice que “es mejor que mil noches”. Está entre los diez últimos días de Ramadán, de ahí que los musulmanes intensifiquen su actividad espiritual durante esos días a fin de ser partícipes. Muchos expertos opinan que es la noche del 26 al 27, noche en la que el arcángel Gabriel se apareció al Profeta, sws, para anunciarle su condición de Mensajero y para transmitirle  la primera aleya del Corán, todo ello en el mes de Ramadán. En esa noche, y con el permiso de Allah, descienden ángeles con todo tipo de órdenes. Termina al  amanecer.  Todos los musulmanes, a los que me sumo,  la vivimos con especial atención porque es una noche mágica.

 

P. Nota que la juventud se implica durante este mes y cumple con las prácticas habituales en cuanto a rezos, ayunos y demás acciones o ¿cuesta que los jóvenes vivan la religión como un adulto, ya con experiencia en la vida?

 


R. El Ramadán es uno de los cinco preceptos del Islam, y ya desde pequeños se nos enseña a practicar el ayuno. Muchos empezamos a edades tempranas experimentando unas horas, después  días sueltos y luego alternos. Lo que intento decirle es que esta costumbre está muy arraigada en el conjunto de las familias musulmanas. Pienso que la juventud está muy concienciada con lo que significa el Ramadán, y que la inmensa mayoría lo respeta, y sobre todo que  apliquen  en sus vidas las enseñanzas que promueve.

 

P. ¿Es difícil todavía llevar a cabo el Ramadán en un país de minoría musulmana? 


R. El ambiente que se respira durante el mes de Ramadán  en un país musulmán no es igual a otro que no lo es. Sin embargo, la capacidad de adaptación facilita mucho las cosas. Además, ahora hay comunidades musulmanas en todos los sitios, y eso refuerza el ánimo.

 

P. ¿Qué problemas se puede encontrar cualquier musulmán durante este mes en un país como España? Por ejemplo, en cuanto a la jornada laboral. ¿Son los mismos en Ceuta o hay más aceptación?


R. Problemas creo que ninguno. La gente realiza su trabajo con normalidad y, en caso necesario, intentan acordar una adaptación de la jornada laboral. En ese sentido, los empresarios son comprensivos y ponen de su parte.

 

P. ¿Cómo se vive el Ramadán en Ceuta? ¿Se vive de una forma particular, en comparación con otras regiones de España, debido al alto porcentaje de musulmanes que hay?


R. Ceuta tiene la particularidad de que aún se llama a la oración de viva voz, cosa que difícilmente ocurre en el resto de España. Eso le confiere un status distinto y ayuda a que el Ramadán transcurra en un ambiente más cálido. En todo lo demás no difiere mucho del resto de España, pues hay comunidades muy importantes en muchos puntos del país.

 

P. ¿Queda mucho por hacer para integrar a esta gran parte de la sociedad española y respetar sus tradiciones? ¿Ceuta en este punto está por delante de otros lugares del país?


R. Integrar es una palabra muy dura. Es mejor hablar de ciudadanos que son parte de la sociedad española y que cuentan con costumbres y tradiciones propias, y que no por ello entran en conflicto  con otras que les son distintas. Ceuta ni está por delante ni está por detrás. Pienso que es una situación que requiere de una mayor capacidad de compresión por parte de todos. En ese sentido, sí puedo decirle que España anda algo retrasada respecto a países como Francia, por ejemplo, por lo que me atrevería a afirmar que todavía hay mucho que hacer, tanto aquí como en el resto de España.

 

P. ¿Qué tipo de discursos se dan durante estos días en las mezquitas de Ceuta?


R. Los discursos están en línea con la llegada del Ramadán y para transmitir un mayor grado de conciencia sobre sus valores. Por lo demás, los discursos se inspiran en la  tolerancia y el respeto mutuo.

 

P. ¿Qué mensaje les mandaría a los ceutíes musulmanes que viven intensamente el Ramadán?


R. Soy un musulmán como cualquier otro.  Desde esa panorámica solo puedo decir  que desde FEERI tendemos la mano a todos y que nuestro propósito es impulsar medidas que favorezcan un mayor clima de serenidad social y poner  fin a toda disputa y que trabajemos todos en una misma dirección a fin de conseguir  una ciudad más justa y con más esperanzas y   en la que las diferencias sean motivo de acercamiento y no de alejamiento. Desearles a todos mucha salud y felicidad.

 

P. Por último, es una pregunta obligada. ¿Se vive un Ramadán “más triste” entre la comunidad musulmana debido a los miles de fallecidos en Palestina? 


R. El tema de Gaza es punto y aparte.   Es lo que le decía antes, que el ayuno ayuda a comprender el sufrimiento de los demás. Solo podremos presumir de ser humanos si nos duele el sufrimiento de los demás. Este Ramadán tendremos a Gaza en nuestras plegarias más íntimas.