Filólogos de la tercera vía piden al Consell que apueste por un valenciano próximo a la calle y “cohesionador”

El Cercle Isabel de Villena, que agrupa a filólogos de la llamada tercera vía, ha remitido a la Conselleria de Educación y a los grupos parlamentarios de las Corts un manifiesto que, con el título Propostes per a una nova política lingüística, reclama al Consell de Carlos Mazón que apueste por un valenciano “cohesionador” y próximo a la lengua que se habla en la calle. 

Esta plataforma, que agrupa a filólogos como Leo Giménez, Josep Saborit, Jordi Cassany o Sergi Núñez de Arenas, destacadas voces en la búsqueda de consensos entre las diferentes sensibilidades lingüísticas presentes en la sociedad valenciana respecto a la lengua propia, considera en su manifiesto que el modelo de lengua aplicado por el Consell del Botànic y À Punt “desnaturaliza el valenciano y, por lo tanto, dificulta su uso y recuperación social”.

Modelo de lengua artificioso

En cuanto al modelo de lengua en la Administración, el Cercle Isabel de Villena considera que los criterios lingüísticos aplicados desde 2016 por el Botànic deben dejar de utilizarse porque “contradicen la normativa de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), fuerzan la convergencia con el catalán estándar con un modelo de lengua artificioso”.

Defiende implantar unos nuevos criterios “que respeten la normativa de la AVL”. Para ello los autores del manifiesto proponen que “partiendo del modelo de lengua que la Administración valenciana venía usando hasta 2015, debidamente revisado, se elaboren unos nuevos criterios mejorados”. A su juicio dichos nuevos criterios “tienen que buscar que, para el conjunto de los valencianohablantes y de la sociedad valenciana, el modelo de lengua de la Administración sea natural, adecuado, identificador, cohesionador, asimilable y practicable no solo por escrito sino también en la comunicación oral pública”.

En este sentido, el manifiesto subraya que los nuevos criterios a aplicar por la Generalitat “tendrían que priorizar sistemáticamente las formas normativas genuinamente valencianas, como es lógico, frente a las no valencianas”. Y defiende el uso de caem, traeu, veent..., descartando i antihiática (caiem, traieu, veient...). 

Igualmente, añade, “en vez de las variantes genuinas valencianas pero antiguas o minoritarias, como aquesta, aqueixa; vull, vulga; parteix, que se habían adoptado para converger con el catalán estándar, se tendrían que priorizar, en general, las formas genuinas que son vivas y mayoritarias en el valenciano actual: esta, eixa; vullc, vullga; partix”.

Asimismo, también propone incluir en el modelo de lengua “algunas formas que, en el diccionario o la gramática normativa de la AVL, son consideradas coloquiales cuando, por ejemplo, la alternativa sea difícilmente practicable en la comunicación oral pública”. Y recomiedan usar per a que en lugar de perquè. 

Retirar el 'Llibre d'Estil' de À Punt

Por lo que respecta al lenguaje de los medios de comunicación, el ‘Cercle Isabel de Villena’ propone retirar el actual Llibre d’Estil de À Punt porque prescribe “un modelo restrictivo que relega a registros informales formas de uso común en valenciano y normativas, incluso preferentes para la AVL, alejando innecesariamente el modelo de la realidad y de la naturalidad la lengua”. En este sentido critica,por ejemplo, que se use bellesa del foc y no bellea del foc.

Su apuesta es confeccionar un nuevo libro de estilo para la radiotelevisión valenciana “que se oriente en el modelo de lengua de la Administración” que propone esta plataforma, “con las adaptaciones necesarias para la diversidad de registros de la televisión y la radio”, partiendo del modelo de lengua que se usaba en Canal 9, “debidamente revisado”, con el fin de que la lengua utilizada sea “natural, identificadora, cohesionadora, asimilable y practicable”. 

Abogan por la entrada de la RACV y Lo Rat Penat en la AVL

Esta plataforma también pone en tela de juicio el actual sistema de renovación de académicos de la AVL al considerar que “no es aceptable que una institución estatutaria que debe de representar el pueblo valenciano y servirlo vaya al margen de la voluntad popular democráticamente representada en las Corts”.

Defiende que, en base de diálogo y acuerdo del que nació la AVL en 2001, “los académicos tienen que representar la pluralidad de sensibilidades lingüísticas que hay en la sociedad valenciana”. Crítica que este espíritu de pluralidad no se ha dado en las dos renovaciones de sillones de la Acadèmia que ha habido en 2016 y 2021, donde ya votaban los propios académicos por cooptación. “El sector mayoritario ha dejado entrar pocas personas vinculadas a Taula de Filologia Valenciana (o de la tercera vía) y ninguno vinculada a la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV) y Lo Rat Penat o el Institut d’Estudis Valencians. Esto ha conducido a un monolitismo indeseado”, lamentan los autores del manifiesto.

Como ejemplo de la pérdida de pluralidad de la AVL, los autores del manifiesto critican que el Dictamen sobre els principis i criteris per a la defensa de la denominació i l’entitat del valencià de 2005, "fruto de la combinación plural de académicos elegidos por los grupos parlamentarios” para constituir la Acadèmia, y “que tendría que orientar las actuaciones de la AVL, tiende a ser ignorado y se hacen actuaciones contrarias incluso al espíritu de la ley fundacional, como el acuerdo con el Institut d’Estudis Catalans (IEC) de 2020”. 

El nuevo sistema de  renovación de académicos que se propone es que las vacantes por finalización de mandato, renuncia o defunción, “sean cubiertas, a partes iguales, por las Corts, por el Consell Valencià de Cultura (CVC) y por la AVL”. 

“Más visibilidad de la lengua propia en la Administración valenciana"

El Cercle Isabel de Villena exige también “más visibilidad de la lengua propia en la Administración valenciana” y que con el fin de “fomentar la recuperación del valenciano”, la versión en dicha lengua vaya en primer lugar, tal como recoge el Decàleg d’Ares del Maestrat de promoción del uso del valenciano en la Administración suscrito 2003 por el Consell del PP y ratificado en 2015 por el Botànic. 

También apuesta por “estimular la creación y difusión, por redes sociales en primer lugar, de más contenidos en valenciano para niños y jóvenes”, así como recuperar los sistemas de subvenciones de promoción lingüística a ayuntamientos y empresas”. 

En este sentido, pide “eliminar la discriminación en las subvenciones por razón del modelo de lengua”, en clara alusión a las disposiciones del Botànic que impedían acceder a las ayudas a entidades como la RACV por no aplicar la normativa de la AVL o al acuerdo de 50 puntos del PP-VOX para gobernar la Generalitat que excluye de las subvenciones públicas a entidades que ambos partidos consideran catalanistas.

Defensa de la “intercomprensión” que permita entenderse en las dos lenguas cooficiales

El Cercle Isabel de Villena, en su manifiesto Propostes per a una nova política lingüística, respecto al requisito lingüístico destaca que “se debe cumplir el Estatuto de Autonomía, que establece que la Generalitat garantizará el uso normal y oficial de las dos lenguas, y adoptará las medidas necesarias para asegurar el conocimiento.”

“El nivel de valenciano que habría que exigir a los trabajadores públicos como requisito lingüístico para garantizar que la ciudadanía pueda usar con ellos el valenciano con normalidad tendría que orientarse en el nivel marcado como objetivo al final de la educación secundaria (Bachillerato)”, reivindica. Aunque, a renglón seguido añade que, “como mínimo, se puede exigir a todos los trabajadores (también los de la Sanidad) competencias en intercomprensión, que se pueden adquirir fácilmente con un curso de poca dedicación”.

En esta línea, la plataforma de explica que “aprovechando que las dos lenguas oficiales de la Comunitat Valenciana son románicas y, además, se han aproximado por la influencia ejercida mutuamente durante una secular vecindad, hay que recuperar la práctica de la intercomprensión, legitimando la posibilidad de conversaciones bilingües y dando a conocer las técnicas que las facilitan”. De este modo, añaden, “fácilmente, los valencianohablantes no se veran forzados a cambiar de lengua sistemáticamente”.

“Tratar de conseguir el dominio en internet .val"

Por lo que respecta a las cuestiones identitarias, el manifiesto del Cercle Isabel de Villena defiende que “es hora que la Generalitat Valenciana y los otros gobiernos implicados acuerden, para la lengua compartida, la denominación dual necesaria en determinados contextos, como pide la AVL desde 2005”. “Recomendamos la fórmula catalanovalencià o valencianocatalà, y recordamos que el Diccionari català-valencià-balear, que en el nombre lleva los gentilicios valenciano y catalán, es sentido como propio por todos”, añaden.

También insta al Consell a “recuperar la autonomía de la Comunitat Valenciana y del valenciano en los informes que el Consejo de Europa emite sobre el cumplimiento de la Carta europea de las lenguas regionales y minoritarias, respetando la legalidad y la realidad valenciana”. En la misma lína aboga por “tratar de conseguir el dominio en internet .val, que ofrezca una realidad digna y adecuada para el valenciano”.