Benidorm madruga para recordar la llegada, hace 283 años, de la Mare de Déu del Sofratge

Pasadas las 5.00 de la madrugada, centenares de vecinos se han congregado ante la puerta principal de la Iglesia Parroquial de Sant Jaume i Santa Anna para celebrar el Alba, el 283 aniversario de la llegada de la Mare de Déu del Sofratge a la playa de Benidorm.

Las ‘mañanitas’, ‘copletes’, ‘tabalet’ y ‘xirimita’ se han conjugado para que la patrona, flanqueada por el alcalde, Toni Pérez;  el concejal de Fiestas, Jesús Carrobles; las reinas Mayor e Infantil, Angélica Morenilla y Daniela Talavera; el presidente de la Comissió, Vicente Solaz; y el cura párroco de la iglesia, Juan Antonio González, iniciara, tras la salva y el volteo de campanas en su honor, su particular recorrido por las tres playas de Benidorm llevada en brazos siempre por sus fieles.

El alcalde y las reinas han sido los primeros portadores de la imagen, tras ellos, el concejal de fiestas y el presidente de la Comissió. Cada pocos metros, un relevo y así, paso a paso, la Virgen ha recorrido el casco antiguo en los brazos de sus fieles, entre ellos buena parte de la Corporación municipal, las damas de las cortes de honor y vecinos. La comitiva ha realizado paradas, rezado avemarías y cantado melodías litúrgicas en Levante, Poniente y el Mal Pas.

Tras el recorrido, la imagen ha vuelto al templo para escuchar, un año más, los tradicionales versos a la Virgen, recitados por Carmela Soria,  para, a continuación presidir la misa de Acción de Gracias en la que han cantado Igna Martínez y Magdalena Simarro.

Tras el acto religioso, la Comissió de Festes Majors Patronals ha ofrecido un desayuno con chocolate caliente y pastas a todos los asistentes para así reponer fuerzas de cara a la jornada de trabajo.

Los actos del 283 aniversario del Hallazgo han continuado con un volteo general de campanas al mediodía. Esta tarde, también en la Iglesia de Sant Jaume y Santa Anna tendrá lugar el nombramiento del nuevo Abanderado, Gregorio Devesa, y de los mayorales de honor, acto que se cerrará con una misa dedicada de nuevo a la patrona.