No puedo seguirle en su deriva, Majestad, soy un soldado, no un cobarde

Javier Cerezo 

Legionario Español

No es propio de un Rey abandonar a su suerte a su pueblo, así lo hizo Alfonso XIII, pero dejando al mando de la revolución a sus generales más valientes, comandando la rebelión que devolvería a España a su verdadera identidad ibérica, y no soviética, como tanto ansiaba el partido socialista obrero español. Tu padre, al que con tanto desprecio tratas, supo sacar adelante a un país atravesando toda una transición democrática llena de obstáculos, y siendo una personalidad fuerte y convincente. Fue quien convenció a las cortes franquistas para que se inmolaran, para su suicidio. Por esto y por todo lo que a continuación voy a narrar, esta será la última vez que le llame así, su excelentísima majestad, en minúscula.

Como militar y patriota, he jurado honrar y defender España hasta la última gota de mi sangre. He jurado proteger la Constitución y al pueblo español hasta mí último aliento. Mientras yo servía de forma voluntaria y totalmente desinteresada con mi servicio militar a mi patria, a ti te servían con guante de terciopelo. Después me alisté como profesional en los ejércitos de tu padre, siendo hoy tú el máximo responsable. Durante el transcurso de ese tiempo en multitud de ocasiones puse mi vida en riesgo y corrí graves riesgos de perderla, o acabar gravemente herido para siempre. Fue tal mi fidelidad hacia mi juramento que incluso abandoné mis responsabilidades como marido y padre, provocando esto la pérdida de mi primer vástago. Siempre he creído de verdad que lucharía en una gran guerra donde se decidiría el destino de esta nuestra España y del mundo libre. Y siempre he creído que, tras haber perdido a más de la mitad de mis familiares y seres queridos, y cercados por el enemigo, combatiría en la última gran batalla junto a tí, esperando alcanzar la victoria o perder la vida vendiendo la piel bien cara, como buen veterano de las legiones y de operaciones especiales. Sé y me consta que hay miles de soldados veteranos y no tan veteranos que sueñan con defenderte y defender lo que hasta ahora creía que representabas. Y no llego a entender de donde te nace ese miedo para postrarte, arrodillarte y pretender arrodillar a toda tu nación, ante una idea, un plan y un futuro diseñado por las elites económicas y de poder, que únicamente buscan esclavizar a la población. 

Sin ir más lejos, puedes leer en las memorias de David Rockefeller un párrafo que dice así, “algunos creen incluso que nosotros, Rockefeller, somos parte de una cábala secreta que trabaja contra los mejores intereses de los EEUU, caracterizando a mi familia y a mí, de internacionalistas que conspiran alrededor del mundo con otros, para construir una estructura global, política y económica más integral, un solo mundo si se quiere. Si esa es la acusación, me declaro culpable y estoy orgulloso de ello".  Esto está escrito. Así que, ante tal aberración no entiendo ni comprendo, ni quiero ni deseo comprender, que te ha hecho posicionarte en ese lado del tablero. Eres rey de un país con una historia fascinante. Un pueblo de verdaderos guerreros y artistas. Un pueblo que derramó su sangre, la entregó y la mezcló por el mundo entero. Un pueblo que descubrió y conquistó el mundo. Tú no puedes representar a tantos héroes como los que ha tenido este país situándote y estando en la posición en la que te encuentras. No puedes estar de rodillas ante los hombres y encarándote ante Dios. 

Tú nos dices que vamos hacia un mundo mejor, un plan llamado agenda 2030. El plan elitista mundial. Con un lema que reza así, "NO TENDRÁS NADA PERO SERÁS FELIZ". Esto de entrada, ya que pretenden acabar con la propiedad privada, así como el buscar la legalización y consentir las relaciones sexuales entre memores y adultos. La homosexualidad, que era posible vislumbrarla como algo natural, ya la han convertido en algo sobrenatural. Y todo lo que vaya en contra de la procreación y la familia normal y corriente estará por encima de esta. Se pretende acabar con la familia, uno de sus principales obstáculos. La igualdad de género, que es la gran mentira que estos elitistas han inventado y propulsado para que sirva, entre tanto, se utiliza como tapadera mientras generación tras generación vea y acepte una sus metas.

Sexo infantil y trata de seres humanos, así como culto satánico con sexo infantil y sacrificio, ADRENOCROMO (espeluznante), una de las perversiones más satánicas de los últimos tiempos.

Tráfico de drogas por que para las elites y los líderes mundiales les será mucho más fácil dominar a una población sedada, estúpida y patosa. Cosecha de órganos, para proteger la vida de los círculos de las élites y líderes mundiales. Limitación de los alimentos, sobre todo en el sentido carnívoro puesto que quieren que seamos veganos, algo que viene recogido y bien detallado en su plan como parte de la dieta sostenible, la ingesta de insectos. Así que solo podrán hartarse de carne los que ellos decidan, el resto cuando y cuanto ellos digan. Porque nos quieren débiles, física y psicológicamente.

Alcanzar el fin de la pobreza apostando por la reducción de la población mundial. Y objetivos como estos, aberrantes para los seres humanos, son los que su excelentísima majestad está impulsando con sus palabras, su imagen y presencia en dicho proyecto. La agenda 2030 es la trampa preparada para reducir de forma forzosa a la raza humana para someter y esclavizar a los supervivientes. La guerra de Ucrania es una gran mentira y un escenario que, a personas como a mí mismo, no nos pueden engañar. De otro modo yo ya estaría allí, pero esa guerra y casi todo lo relacionado con ella apesta a gran mentira. Pena, mucha pena me da el pueblo ucraniano que, después de tener que soportar las desgracias y el terror de la guerra, van a ver como los grandes magnates se reparten el país, del cual no va a quedar ni las raspas. De Igual manera que apesta todo lo relacionado con el COVID. 

Si además incluimos diferentes parámetros de lo que está ocurriendo en la política de nuestro país, con una sanidad diezmada, desgastada, agotada y maltratada, con una destrucción de empresas constante acompañada de la desaparición de miles de puestos de trabajo... Con el mundo al revés por ley, que protege a los delincuentes y violadores, pederastas, y castiga y mantiene a raya a las víctimas de estos y al pueblo llano en general. Con una banca, eléctricas, el segmento inmobiliario y administraciones públicas toralmente desatados chupando hasta la sangre de la población. Con políticas y políticos y politiques, estúpidas e incoherentes. Donde no se le presta ayuda económica a un enfermo de ELA, ni de cáncer, ni en ninguna de esas enfermedades que requieren de tratamientos tan caros, ni tan siquiera dentista para nuestros niños o mayores. 

Pero eso sí, si quieres cambiarte de sexo tienes barra libre. Así como los asesinos de la ETA en libertad que tienen sus propios escoltas privados pagados con nuestros impuestos, mientras que a las familias y víctimas de los terroristas se las insulta, y desprecia. Un país donde a nuestros hijos se les ha prohibido estudiar la propia lengua vehicular de la nación. Donde se profanan tumbas mientras se canta en alto la internacional. Donde la memoria histórica solo es para unos y a los otros se les humilla, insulta, se les amenaza y ataca.  Un país en el que puede ya vislumbrar un futuro ruinoso donde, hasta los bancos de alimentos carecen de estos. Un país donde se legisla para proteger a los que cometen delitos de malversación de fondos. Un país donde te inflan a impuestos para luego tener una sanidad completamente diezmada, donde te mueres esperando una intervención, una educación escolar desastrosa, unas fuerzas armadas y fuerzas y cuerpos de seguridad faltos de materiales, formación y recursos varios. Transportes públicos desastrosos. Y un largo sinfín de parámetros sociales y gubernamentales de los que tendríamos que disfrutar ampliamente. 

Un país donde a los agricultores de aceite de oliva les cuesta ocho euros crear un litro de aceite, mientras el gobierno social-comunista está financiando con el dinero del contribuyente el cultivo y creación de aceite de oliva en marruecos, que después a través de cooperativas afines al gobierno o a los testaferros del gobierno, compran y venden en EEUU, incluso en España como si fuera aceite de oliva español. Así como la cantidad de embalses y presas que se han destruido por toda España dejando eso sí, en pie aquellos que son de carácter privado, porque dentro de poco tienen pensado cobrarnos el agua a precio de oro. Un país que fue tan grande que decían que en este no se ponía el sol, a día de hoy es mangoneado, vapuleado, y está siendo en muchos sectores y nichos de mercado sometido por nuestro vecino Marruecos. 

Sinceramente majestad, echo de menos a su padre, aquel Rey que fue capaz de someter a las cortes franquistas, aquel rey que fue capaz de exteriorizar e internacionalizar España atravesando contra viento y marea aquella difícil transición vestido con su uniforme militar, aquel Rey que fue capaz de hacer callar a uno de los líderes más peligrosos del planeta con aquel “por qué no te callas ”, y podría seguir con multitud más de momentos y vicisitudes para glorificar a su padre, majestad. Lo triste es que en contraste con esto, no consigo encontrar en su CV como Rey, majestad, nada de lo que alardear aún. Así que, por mi parte, voy a dejar a su excelencia en compañía de los que ha elegido por compañeros, esos mismos que cuelgan de un lazo en una cuerda un muñeco con una corona en las escaleras de una universidad.

Por todo ello y al comprobar su pasividad ante estos hechos y su sorprendente vinculación y apoyo a los promotores y causantes de esta pesadilla, de esta terrorífica situación, me veo en la dolorosa pero ineludible obligación de desvincularme de su persona y de lo que su excelencia representa. Porque de otro modo me convertiría, al igual que su excelencia, en cómplice de todos estos hechos. Y yo, mi rey, no puedo, ni debo, ni quiero ser cómplice de millones de muertes y de un plan para esclavizar a nuestros hijos y nietos. Y tampoco puedo ni debo callar, pues debo confrontar todo ello o de otro modo sería un cobarde, y yo majestad, yo si soy un auténtico soldado español, no ningún cobarde.