Es recomendable cerrar los ojos y tapar los oídos. Leopoldo Bernabeu
Intentar darle sentido a todo lo que vas a contar, no es tarea fácil. Es algo que afirmo de manera contundente porque la gran mayoría de los oyentes y lectores piensan lo contrario. Es cierto que informar no es complejo si uno se ciñe a leer, cual papagallo enloquecido, lo que otros escriben o lo que otros le dicen que ha de leer y escribir, muy de moda en los últimos años de indecencia política y mediática que estamos viviendo esta generación.
Pero discernir y acotar sobre lo que has de trasladar, es otra tarea que poco o nada tiene que ver con lo anterior. Y os garantizo que hay días que se hace sumamente complejo. El fugaz y tempranero análisis al que llegas, sin darle a las cuestiones demasiadas vueltas es que, por un lado el sentido común se ha perdido, y por el otro, que la ciudadanía y los políticos caminan por senderos muy distintos, diametralmente opuestos.
Durante muchos años he pensado que todo aquello que decían los políticos eran estrategias pivotadas sobre objetivos a conseguir. Hace ya tiempo que el escalafón ha mejorado, confirmándome la idea de que han perdido los papeles por completo. Es por esta razón que la labor de periodista y de columnista está mucho más valorada por mi subconsciente. Empeñarse en escribir sobre lo que sucede y opinar sobre ello teniendo como objetivo darle algún sentido o conseguir influir de alguna manera…no sirve absolutamente de nada.
Ejemplos hemos tenido muchos a lo largo de la historia, no es algo que se haya inventado ahora. Pero el ejemplo que estamos soportando esta generación supera todo lo visto. ¿Que no le habrán dicho ya al gobierno de Sánchez sobre los centenares de golfadas, mentiras y decisiones increíbles que ha hecho, dicho o tomado?, y ahí lo tienen, impasible. ¡Qué digo impasible!, crecido. ¿No tienes la sensación de que cuanto más grande es el lío o problema en el que mete a este país, más pecho justificándolo?. Eso no puede ser ya estrategia, eso es paranoia, locura, trastorno o incluso, demencia.
Escuchar ayer a la ministra portavoz decir en mitad de una reunión con mujeres del ámbito rural, bien acompañada de la mujer del señor presidente, que hay que darse prisa porque el gobierno tiene ahora mucho dinero y hay que gastarlo muy deprisa…y que a continuación nadie le diga nada, nadie se levante y le cante las cuarenta o incluso, dios no lo quiera, alguien pierda los papeles y le de un medio manporro, es el resultado de la ignominia en la nos hemos envuelto todos. Pasamos de todo, nos da igual lo que hagan o digan. Pues si es así, al menos no nos quejemos tanto…
Cuando los afectados por el terremoto de Lorca, hace ya 11 años, siguen sin cobrar las ayudas prometidas. Cuando los afectados por la Dana en la Vega Baja alicantina siguen sin ver un euro tres años después de ver como el agua destrozaba sus casas, situación similar a la que viven los afectados por un suceso similar en Mallorca. Cuando vemos que hay miles de familias que han recortado la cesta de la compra porque no pueden comprar los alimentos que quisieran, o los profesionales nos avisan de que el litro de gasolina pude llegar a costar tres euros en un corto espacio de tiempo…y volver a escuchar a la ministra decir esa barbaridad es, si no hacemos nada como sociedad, para hacérnoslo mirar. Es algo así como que alguien te quita el dinero del bolsillo y te escupe en la cara y encima le aplaudes. ¿Es exagerada la comparación?, yo creo que es muy banal, se queda corta.
No contentos con esto y siguiendo con esa comparativa de la que hablaba al principio, supimos ayer también que el gobierno ha gastado dinero público en subvencionar un informe cuya conclusión es, agárrate bien, que el tratamiento informativo de las catástrofes en España es machista. Para alucinar en colores, y discúlpenme el léxico. Pero claro, si lo que tenemos gobernándonos son personas que, como la socialista Adriana Lastra ayer, son capaces de subirse a un púlpito para advertir a los andaluces de que, dependiendo del resultado que se produzca en las elecciones este domingo, el lunes pueden producirse manifestaciones, ¿qué se puede esperar?. No nos llevemos a engaño, estamos en manos de un selectivo grupo de dementes profesionales cuyo objetivo no es otro que mantenerse en el poder a costa de lo que sea. Y en ese lo que sea, entra todo, incluida la aniquilación de sociedad del bienestar que nos ha costado 40 años alcanzar. No hay más que fijarse en la calidad de vida que hoy tienen venezolanos o cubanos para que entendamos a que me refiero.
Lo hizo Pablo Iglesias en diciembre de 2018 cuando el PP ganó por primera vez las elecciones en Andalucía tras 40 años de gobiernos socialistas, animando a las hordas a quemar el palacio de San Telmo, y lo hizo ayer Adriana lastra, en una repetición de lo único que saben hacer bien, meter miedo a la gente que no está dispuesta a seguir votando a esta manada de vividores mentirosos que colocaron Andalucía a la cola de Europa, y que llevan a España al borde del precipicio a una velocidad de vértigo.
No hay más que ver que el chollo se termina cuando ayer el Banco Central Europeo sale al rescate de la deuda española. Sí, sí, esa ingente cantidad de miles de millones de euros que hemos gastado sin sentido y a espuertas en los últimos años a crédito. Ese maná se acabó y ahora toca devolverlo. Se acabó lo que se daba y Sánchez es el primero que lo sabe, pero a él y los suyos les da igual. Por el mero hecho de haber ostentado esos cargos públicos, van a vivir del cuento el resto de sus días. Tú y yo No, nosotros a pagar con impuestos brutales la deuda que nos han endosado. Lo dije ayer y lo repito hoy, no se sostiene esta administración pública atrofiada, amorfa, indecente, que ha multiplicado por 7 el número de empleados en sólo 45 años, por 7, pasando de medio millón a tres millones y medio. ¿Quién y como se paga esa nómina mensual?, pues entre todos e inflando los impuestos hasta el infinito y más allá, como diría Buzz Lightyear, ahora que se estrena su nueva película mañana.
Subir la gasolina a tres euros es lo mismo que decir que el gobierno se lleva dos por cada litro. Saca cuentas.
Aviso a navegantes: De momento el gobierno alemán subió ayer, en una sola sesión, de golpe y porrazo y sin algo parecido en los últimos 30 años, casi un punto el precio del dinero. Repito, se acabó lo que se daba. Bromas las justas. O nos quitamos de encima a esta cuadrilla de analfabetos degenerados o lo pagaremos muy caro y durante muchos años. Mientras tanto, Disfruten lo votado.