El Calígula de la transparencia nos aboca al desastre

Leopoldo Bernabeu

Visto lo visto, estoy convencido que ni una fuerte dosis diaria de su propia música favorita podría calmarle. Ese bello arte que al entrar por nuestros oídos nos cambia el humor y nos serena el alma, no funciona con quien sólo detritus, y una mezcla entre odio, venganza y miedo tiene en su cerebro. Será alto y guapo, como dice el desprestigiado Tezanos si quiere seguir cobrando, pero España le tiene fichado y su permanente locura engaña ya a muy pocos.

Entre las brigadas antifascismo que ha puesto en marcha para controlar todavía más, a los escasos medios de comunicación que todavía no lo hace, y los cada vez más extendidos test que están revelando familias secretas, uno llega a pensar que todo lo leído y conocido sobre los dramáticos y delirantes pasajes que la historia nos ha legado a través de los libros, no son más que incipientes capítulos de ficción en la desamueblada cabeza de un Sánchez que va a por todo y a por todos. Quiere controlar hasta la forma de enterrarnos, único capítulo que faltaba en su haber tras decidir sobre la educación de nuestros hijos, el coste de nuestros autónomos, el movimiento feminista… sólo falta que contacte con un médium y nos indique como tenemos que actuar en el más allá.

Conocemos el influjo que el poder tiene en la mayoría de quienes lo alcanzan, trastornando a muchos de por vida, pero también conocemos que ese mismo poder, en manos de determinados personajes, algunos no tan lejanos en nuestra historia reciente, hace que se cometan atrocidades que sobrepasan la capacidad del olvido. El desconocimiento de nuestra historia nos condena a repetirla.

Lo estamos viendo este mismo año a través de un desnortado Putin que no tiene fin, con toda la población que puede permitírselo huyendo de su propio país con tal de no coger un fusil para matar al semejante. Es el mismo al que hace apenas 20 años eligieron sus propios súbditos encantados de que sucediera en el poder al desaparecido Gorbachov, este sí, gran precursor de la única gran apertura de la extinta Unión Soviética hacia una integración europea desaprovechada. Cuidado por tanto con lo que tenemos en casa, porque ejemplos de deriva autoritaria nos sobran.

Casi podría pasar por anecdótica la destitución estos días del director de la Televisión Española, Pérez Tornero, según Pablo Iglesias y Carmen Calvo por ser un auténtico Facha, sino fuera porque es quien completa un equipo de fútbol entre los eliminados de sus cargos en pocos meses por no plegarse al omnímodo poder del Calígula Sánchez que llegó al poder hace algo más de cuatro años bajo la bandera de la transparencia y la eliminación de la corrupción. Una legislatura más y nos elimina a todos.

Hasta la directora general del comité de Transparencia ha liquidado, además de ser quien defiende el indulto de los condenados por corrupción en el caso de los ERE y el responsable de que estén en la calle los separatistas que cometieron el golpe de Estado en Cataluña hace cinco años. También se adjudica el honorable mérito de que ya caminen libres por las calles del País vasco el 75% de los asesinos etarras previamente enviados cerca de sus familias por el antaño digno juez Marlaska, convertido hoy en marioneta de ese mismo Sánchez al que toca reconocer un poder de convicción puramente extraterrestre.

Y todo este entretenimiento tan casposo que nubla nuestra capacidad de sesgo, llega mientras la mitad de los autónomos acusan ya la falta de actividad en sus negocios, se pueden perder 76.000 empleos y la llegada de dos millones de turistas si se suben las tasas a los billetes de avión, y Barcelona, la modélica y ejemplar ciudad que nos abrió las puertas del mundo a través de los Juegos Olímpicos, es hoy una ciudad convertida en eterno campo de batalla de un vandalismo que ni siquiera la señora Colau, okupa de profesión y hoy alcaldesa, combate. 

Celebrábamos ayer el Día Mundial del Turismo en esta casa entrevistando a su nuevo secretario nacional del PP y publicando los premios que el ayuntamiento de Benidorm entregaba, destacando también la columna de opinión que nuestro alcalde publicaba en Información y el presidente de la patronal en ABC. Hay que repensar el turismo, es el resumen de todo lo que leí. Sí, ¿pero quienes? Bastante tenemos en España con defendernos a diario de una clase política que ha llegado para hundirnos y desatendernos. Tenemos una ministra desaparecida y un sector que pone el grito en el cielo cada mañana, mientras el ejecutivo, además de todo lo comentado ya, está por completo en pre campaña electoral, disparándose entre sí con un consejo de ministros con más agujeros que un queso grullere y unos gobernantes que, como el propio Ximo Puig ayer, es capaz de decir una cosa y la contraria en 48 horas. Ahora pido a Sánchez, supongo que para no abandonar el séquito de aduladores, que castigue a las comunidades del PP que quieren bajar impuestos y a continuación anuncio esa misma bajada para mi parroquia. ¿Es o no de desnortados absolutos?

Toca olvidarse de que alguien ayude con sinceridad a solventar la situación prebélica que agobia a los españoles. Poco o nada se va hacer para rebajar el coste de la bolsa de la compra o de los impagables recibos de luz. Principalmente porque a la falta de voluntad se le une el desconocimiento. Pronto veremos otra vez las colas del hambre y los cierres de empresas que conducirán a miles de trabajadores directamente al paro. 

¿Cómo tiene que ser la locura interior que se vive dentro del propio gobierno o de que calibre será la medida del estropicio que la izquierda está viendo en las encuestas que reciben a diario?... Los propios barones socialistas empiezan a salir en tromba a salvarse cada uno como pueda. Primero fue Page quien recordó que con estas compañías al Psoe no le vuelve a votar nadie, y ayer Vara fue quien dijo que algunos se van a meter sus quejas por el culo, perdiendo los papeles por completo, al tiempo que Puig anunciaba una bajada de impuestos similar a lo proclamado por los presidentes regionales del PP, algo que el propio Lambán está pensando en aplicar en Aragón… esto es lo que se podría llamar coherencia y buen gobierno.

Pero a Sánchez todo esto no le inquieta. Él ha puesto el piloto automático, e inyectados los ojos en sangre se ha rebautizado de Calígula, y sólo quiere seguir recogiendo dinero de los impuestos a manos llenas para poder comprar con él la voluntad de los desfavorecidos que cada día van a ser más, y cortar la cabeza de todo aquel que baje el nivel en el bello arte de lamerle el culo, quitarle la caspa o decirle lo guapo y bien que lo hace.

No hay vuelta atrás, la partida es a vida o muerte. Ni siquiera se guardan ya las formas y es el único presidente europeo que ayer no felicitó a la ganadora de las elecciones en Italia. A Pedro Sánchez sólo le importa Pedro Sánchez y lo que todavía sorprende es que, a pesar de que algunos barones socialistas empiezan a revelarse, todavía sean tantos cargos los que estén decididos a inmolarse con él, poniendo en riesgo la vida de un Psoe que cumple 140 años pero que al fijarse en Grecia, Francia, Italia, Suecia o el Reino Unido, certifica que la veteranía en política no es ningún grado. Pueden desaparecer si antes no se unen las bases para hacerle desaparecer a él. Es más peligroso que un mono con una granada dando vueltas por un gimnasio a 18 grados bajo cero… y lo saben. Debería existir mecanismo democrático que releve de su puesto a dementes tan insensatos como el histriónico personaje que a esta generación nos ha tocado padecer.

Eso sí, mientras eso llega, no nos queda otra que seguir disfrutando de lo votado.