¿Dónde voy, al norte de España o al norte de Francia?

LEOPOLDO BERNABEU

Vuelta a la carretera y vuelta a la aventura, porque esto es y será siempre, al menos para mí, viajar en Autocaravana. Desde febrero venía pensando en esta fecha mágica del 30 de julio, llegó y los deberes sin hacer. Preparar un viaje no debería formar parte del imaginario feliz, tendría que estar enclavado en el capítulo de las obligaciones. Son tantos los mágicos momentos que recorren la mente descubriendo y diseñando rutas y lugares, que la contradicción hace mella y te conduce por el trágico sendero de la santa paciencia y el todo llegará. Y aunque tampoco pretendo que parezca un drama, tintes tiene.

Al final inicio la ruta sin haber  preparado nada a pesar de que se cuentan por decenas las veces que he hecho el intento de ponerme delante del ordenador, el móvil, las revistas de viajes y la propia imaginación, para diseñar lo que debería ser una guía que ahora debería anunciarte, después ir cumpliendo y al final, llevártela por capítulos. Tres han sido las ideas que han rondado mi mente desde el principio.

Consciente de que me adentro en el tercer año de Autocaravana Vivir y que son ya varias las veces que le he dado la vuelta a España, con Portugal incluido, en esta ocasión dos rutas internacionales surcaban los senderos de mi felicidad mental. El imaginario me conducía hasta Sicilia, bordeando la costa Mediterránea, primero España, algo de la costa azul de Francia y toda la gran Italia. También me decía que porqué no repetir el Norte de España, explorando mucho mejor la gallega Costa da Morte y saboreando rincones del País vasco, Cantabria y Asturias que todavía no han tenido la suerte de fotografiarse junto a Autocaravana Vivir… Ojo, España es infinita, podría dársele 20 veces más vuelta y no repetir nunca un solo destino...

Pero el que más presión ejercía en mi subconsciente era el camino que me llevaba camino de París para desviarme después hasta Dunquerque, frontera entre Francia y Bélgica, a escasos kilómetros de la medieval Brujas y de la frenética Calais, puerto que une la Galia con la enigmática Gran Bretaña, siempre pensando en bajar después, despacio y saboreando el olor del mar, por toda la costa atlántica de Francia.

Lugares como Normandía o Saint Michel, además de muchos otros enclaves menos conocidos, y esa necesidad de enfrentar un viaje allende las fronteras patrias que tanto tiran de uno, siguen siendo a día de hoy, ya inmerso en mi primer día de viaje, el que más tira. Será un placer que me ayudes a resolver mis dudas, ¿qué harías tú?.

Salí ayer sábado al atardecer de Finestrat rumbo al norte. Las sempiternas dudas que rigen un viaje sin destino, hicieron que a última hora me decidiera por la carretera de Teruel, separándome así de la costa mediterránea. Y en Villarquemado, a 20 kilómetros de la capital del torico, he dormido. Casualidades de la vida, es justo el último destino de mi gran viaje del verano pasado. Fin de trayecto en 2021, inicio de una ruta soñada en 2.022. Salir de la Marina Baja con más de 35 grados y dormir bajo la lluvia y tapado son los dos grandes primeros y agradecidos contrastes. 

Recuerdo mi caminar por la Laguna del Cañizar y hasta allí me he ido bien temprano, saboreando el olor de la España interior y el mudo sonido de los campos de girasoles y cañizos. Una ruta de 15 kilómetros que me ha servido de inspiración para escribir que estamos de nuevo en la ruta, Autocaravana Vivir con su rotulación de Jappy Benidorm, y un servidor, todos orgullosos de ayudar a transportar nuestra imagen turística por los rincones que vistamos y encantados de poder contar y fotografiar lo que vemos. 

Escribir es para mi como el aire que tu respiras. Me sonrío cuando algunos me dicen que los textos son “a veces” demasiado largos. Curioso contraste con los que me dan las gracias porque les sirve de bálsamo tras un día laboral agotador. En cualquier caso, agradecido a todos. Viajar para conocer y viajar para conocerse. Escapar de la rutina para ver el bosque desde arriba es la clave para no dar tanta importancia al roce de las ramas a diario. El mundo es uno y hay que conocerlo, la vida también es una y hay que aprovecharla. La eterna duda de siempre, la lucha interior por auto complacernos con el propio engaño de que ya habrá tiempo. Se vive el presente y nos queda el futuro, pero el ayer ya no vuelve. Acabo de cumplir 52 años y soy consciente de que ya no tengo la agilidad de hace 20 años, no puedo esperar otros 20 para decidirme a conocer este maravilloso mundo. Mi trabajo, el periodismo, me apasiona y lo hago para vivir, hace tiempo que dejé vivir para trabajar.

Autocaravana Vivir es la mejor apuesta de mi vida. Llevo dos años montado en ella y acumulo más recuerdos que en todos los anteriores. Creo que incluso he empezado tarde está aventura. ¿A qué esperas a empezar la tuya?. Recuerda, salí de Benidorm, estoy en Villarquemado, emprendo camino en unas horas, ¿donde voy?, ¿al norte de Francia o al norte de España?.